Bogotá. Cerca de 25.000 personas están confinadas desde hace diez días y en riesgo de quedarse sin alimentos en pueblos indígenas de la Amazonía colombiana en el departamento del Caquetá (suroeste), por amenazas de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informaron autoridades este jueves.
Con panfletos, audios y videos difundidos en redes sociales, rebeldes amedrentan a los habitantes de los municipios Solano y Milán y les prohíben desplazarse, lo que ha causado desabastecimiento.
Unas “25.000 personas aproximadamente” están aisladas por las restricciones en los ríos en una zona donde el “único acceso al momento es por vía acuática”, aseguró el gobernador departamental, Luis Francisco Ruiz, en entrevista con Blu Radio.
En los últimos diez días solo han podido ingresar “dos barcazas (...) con alimentos no perecederos”, que fueron distribuidos en el casco urbano del municipio de Solano y poblaciones cercanas, añadió.
De resto, hay “cero movilidad de transporte comercial”, precisó.
Debido al confinamiento, las medicinas y otros productos empiezan a no estar disponibles.
“Está escaseando la panela, jabón, la sal y los medicamentos”, dijo a esta agencia una líder de la zona que prefirió no ser nombrada.
“(Sentimos) miedo, angustia, zozobra (...). Ya uno no puede dormir”, denunció. “Es muy peligroso salir”, agregó en entrevista telefónica.
Según el gobernador Ruiz, “es inminente un enfrentamiento” en la región entre el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia, estructuras escindidas del grueso de la guerrilla que firmó un acuerdo de paz en 2016.
‘Preocupación’
Un audio atribuido a un supuesto jefe guerrillero circula entre los pobladores desde la semana pasada:
“Nadie puede transitar por el río (...) No vaya a ser que caiga por ahí gente inocente (...) Todo el mundo quieto”, advierte la grabación cuya autenticidad esta agencia no pudo verificar.
“Existe una restricción a la movilidad sobre los ríos Orteguaza y Caquetá que perjudica principalmente” a dos comunidades indígenas cercanas a la triple frontera entre Colombia, Ecuador y Perú, completó Ruiz. En la zona selvática viven originarios de pueblos Hiutoto, Coreguaje, Macaguaje e Inga.
Fiz Palacios, jefe de la subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en la región, manifestó su “preocupación” a través de un audio compartido a medios.
El presidente Gustavo Petro, el primer izquierdista en gobernar Colombia, busca desactivar el conflicto armado de seis décadas por medio del diálogo todos los grupos armados.
El EMC es la mayor organización disidente de las antigua guerrilla FARC con unos 3.500 combatientes y conversa con delegados de Petro desde octubre bajo un cese al fuego pactado hasta julio.
De su lado, la Segunda Marquetalia tiene unos 1.600 hombres bajo el mando del ex número dos de las FARC, Iván Márquez, que retomó las armas en 2019.
El gobernador Ruiz se sumó al llamado de organizaciones indígenas, quienes pidieron el lunes al gobierno de Petro “soluciones inmediatas ante los constantes actos de confinamiento, amenaza y afectaciones a la libre movilidad de las comunidades” de la zona.
Pese a las recientes amenazas, los enfrentamientos y la presencia de grupos armados en los resguardos indígenas de Caquetá no son nuevos. “Todo el tiempo nosotros vivimos así. La gente vive asustada todo el tiempo (...). Que ahorita se cerraron las vías es otra cosa”, dijo la líder.