Riad. AFP. El temor de que los rebeldes sirios sean aplastados por el régimen de Bashar al- Asad y su aliado ruso podría impulsar a Arabia Saudí a enviar un número limitado de tropas especiales a Siria, manifestaron varios expertos.
Esta intervención se haría de forma coordinada con Turquía, otro país que apoya a la oposición siria, afirmaron, no obstante que la implicación turca es difícil de predecir.
Arabia Saudí se declaró dispuesta el jueves a enviar soldados si la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos decidía una operación terrestre. Esta declaración fue saludada por Washington.
A la monarquía saudí le preocupa la situación de los grupos rebeldes que combaten el régimen de Asad, y que acaban de sufrir varias derrotas.
Los rebeldes están prácticamente rodeados en Alepo (norte), la segunda ciudad del país.
“Es un problema para Arabia Saudí y para Catar, que han invertido masivamente en Siria apoyando a la oposición moderada”, opinó Andreas Krieg, profesor del King’s College de Londres, y consejero de las Fuerzas Armadas de Catar.
Acción conjunta. “Turcos y saudíes deben cambiar esa situación en el terreno”, apoyando a los insurgentes, consideró Krieg, para quien “cualquier intervención saudí se hará en colaboración con Catar y con Turquía”.
Rusia, aliada del régimen de Damasco y de Irán (que también respalda a Asad), acusó a Turquía de preparar una intervención terrestre en Siria . “Risible” respondió el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Damasco reaccionó duramente. “Que nadie piense en agredir a Siria o en violar su soberanía porque enviaríamos a los agresores, ya sean turcos o saudíes, a sus naciones en ataúdes de madera”, advirtió el sábado el canciller sirio, Walid Mualem.
Los iraníes, que han mandado combatientes para apoyar al régimen de Asad, afirman –por su lado– que los saudíes “se dispararían una bala en la cabeza” si desplegaran tropas en Siria.
Poca fe en negociación. Sin embargo, “los saudíes consideran que son muy limitadas las posibilidades de una solución pacífica” y, por ello, apuestan por “el campo de batalla”, explicó Mustafa Alani, analista del Gulf Research Center de Ginebra.
En efecto, las negociaciones de paz entre régimen y oposición sirios bajo la égida de las Naciones Unidas, previstas para fines de enero, fueron postergadas al 25 de febrero y varios analistas las consideran abocadas al fracaso.
Para Alani, los saudíes hablan en serio cuando dicen querer despachar tropas a Siria como parte de una coalición internacional, “sobre todo si las fuerzas turcas participan en ellas”.
El Gobierno de Ankara estaría de acuerdo, según el analista, sobre todo “después de que los rusos han entrado en el conflicto y tratan de sacar a los turcos de la ecuación” siria.
Turquía y Arabia Saudí ya son miembros de la coalición liderada por Washington que lleva a cabo bombardeos aéreos contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
Pero una intervención terrestre saudí sería limitada ya que Riad lidera ya una alianza n militar árabe que interviene en Yemen contra los rebeldes chiitas, recuerdan los expertos.
Los saudíes “están al límite de sus capacidades (...) pero no dudarán en enviar algunos combatientes a Siria”, sobre todo fuerzas especiales, expresó Alani.
Por su parte, Emiratos Arabes Unidos, también implicado militarmente en Yemen, ya se declaró dispuesto en noviembre a enviar tropas a Siria
Para Jane Kinninmont, del instituto Chatham House en Londres, Arabia está más interesada en la guerra en el vecino Yemen que en la lucha contra el EI.
“Podríamos ver una pequeña cantidad de tropas, y quizá fuerzas especiales en tierra para decir simbólicamente que Arabia apoya la lucha contra el EI”, aseguró.
Pero la analista se muestra “escéptica” ante una posible intervención militar turca en Siria, pese a que “podría tener interés en ello para frenar la influencia kurda”.