Managua. Las autoridades de Nicaragua liberaron, por gestión de la Iglesia católica, a 26 jóvenes detenidos en la oleada de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, que según la CIDH deja 212 muertos y más de 500 arrestos en dos meses.
Un total de 15 fueron llevados este viernes en autobús a la catedral de Managua y entregados a los familiares, en tanto que 11 más quedaron libres en Masaya, 30 km al sur de la capital, uno de ellos desde la noche del jueves.
Entre los liberados hay dos adolescentes, uno de 15 años que estaba en la cárcel El Chipote, en el centro de Managua, y otro de 16 recluido en una prisión de Masaya, según grupos de derechos humanos.
El grupo fue liberado tras una reunión que sostuvo el jueves, en Masaya, una comitiva de obispos católicos con el subdirector de la Policía, Ramón Avellán, quien se comprometió también a cesar hostigamientos en esa ciudad, que el lunes se declaró en rebeldía contra el gobierno.
En la iglesia de San Miguel, en Masaya, algunos de los excarcelados contaron que fueron golpeados y detenidos por paramilitares y entregados a la Policía.
Bayron Hernández, 16 años, relató que fue detenido en Nindirí -en las afueras de Masaya- por paramilitares encapuchados. “Trate de correr, pero tiraron una ráfaga y me caí. Me golpearon y me rajaron la cabeza con el (fusil) AK”, expresó.
Estuvo detenido cinco días en las celdas de la Policía de Masaya y afirmó que no le dieron de comer, solo agua. “Nos decían que íbamos para El Chipote si no les decíamos quien dirige el tranque (bloqueo)”, afirmó.
Evert Padilla, de 23 años, detenido en un barrio capitalino hace una semana, manifestó que había participado en las protestas, pero que lo detuvieron en su casa, desde donde fue llevado en una camioneta civil y luego transportado en carros de la Policía a la cárcel de El Chipote.
“Rompieron el candado de la puerta, se llevaron mis cosas, me acostaron en el suelo, me agarraron a patadas”, relató Padilla, en la catedral de Managua.
Entre los liberados en Managua está Bernardo Jarquin, de 27 años, nieto de Anastasia Morales, de 96 años, quien pasó una semana esperando que lo liberaran en las afueras de la cárcel El Chipote. “Agradezco mucho, mucho”, dijo conmovida la anciana.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consignó graves violaciones a derechos humanos -incluidos arrestos arbitrarios- en el informe final que presentó ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
Las protestas comenzaron contra una reforma a la seguridad social, pero se ampliaron para exigir justicia y la salida de Ortega -en el poder desde el 2007-, quien es acusado de corrupción, nepotismo y de instaurar un gobierno autocrático.