Territorios Palestinos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió este domingo que la presión internacional no evitará una ofensiva terrestre en Rafah, donde se encuentran cerca de 1.5 millones de palestinos, para acabar con los “últimos batallones de Hamás” en Gaza.
Rafah, ubicada en la frontera con Egipto, es la única ciudad de la Franja de Gaza que no fue invadida por tropas israelíes desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
Netanyahu prometió “aniquilar” al movimiento islamista palestino, que controla Gaza desde 2007, después del sangriento ataque del grupo en el sur de Israel hace cinco meses.
“Ninguna presión internacional impedirá que alcancemos todos los objetivos de nuestra guerra”, insistió durante una reunión con su gobierno. “Actuaremos en Rafah, tomará algunas semanas, pero ocurrirá”, añadió.
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Israel busca eliminar “los últimos batallones de Hamás” en esa ciudad del extremo sur de Gaza, donde miles de desplazados llegaron huyendo de los bombardeos en el asediado territorio.
La oficina de Netanyahu informó el viernes que el dirigente aprobó los “planes de acción” del ejército para una operación en esa localidad, que genera preocupación a nivel internacional.
“En nombre de la humanidad, pedimos a Israel que no proceda y en su lugar trabaje a favor de la paz”, exhortó el sábado Tedros Adhanom Ghebreyesus, el jefe de la Organización Mundial de la Salud.
La ofensiva militar israelí ha dejado al menos 31.645 muertos hasta el momento, según el Ministerio de Salud del enclave, donde la ONU advirtió sobre los riesgos de hambruna para sus 2.4 millones de habitantes.
Los bombardeos no cesan. El gabinete de seguridad israelí se reunirá al final del día para abordar las negociaciones con Hamás, catalogado como organización “terrorista” por Israel, la Unión Europea y Estados Unidos.
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‘¿Qué quieren de nosotros?’
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando una incursión de comandos de Hamás mató a 1.160 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un recuento de esta agencia basado en datos oficiales israelíes.
Los combatientes islamistas también capturaron a unas 250 personas, un centenar de las cuales fueron liberadas durante una tregua de una semana en noviembre. Israel estima que 130 permanecen cautivas y que 32 de ellas murieron.
Más de 90 palestinos murieron en bombardeos israelíes en las últimas 24 horas, entre ellos 12 miembros de una misma familia en Beir al Balah, en el centro del territorio, indicó el Ministerio de Salud de Gaza.
“¿Qué quieren de nosotros? ¡Ya no hay niños en Gaza!”, preguntó Leen Thabet, quien perdió a su prima en el ataque. “Murió. Solo queda su vestido”, contó llorando.
El ejército israelí afirmó que mató a “18 terroristas” en el centro de Gaza desde el sábado.
Los bombardeos también alcanzaron Ciudad de Gaza, en el norte, y Jan Yunis y Rafah, en el sur, según testigos. Además, se registraron combates entre soldados israelíes y combatientes palestinos en Jan Yunis y Ciudad de Gaza.
Segundo barco humanitario
Ante la devastación provocada por la guerra, los mediadores internacionales -Estados Unidos, Catar y Egipto- buscan alcanzar una nueva tregua como la que se selló a finales de noviembre.
El gabinete de seguridad israelí se reunirá al final del día para determinar el “mandato” de la delegación que viajará a Catar, con vistas a continuar las conversaciones con Hamás.
La esperanza de un cese el fuego se reavivó después de que Hamás redujera sus exigencias.
El grupo islamista inicialmente demandaba un alto el fuego definitivo y un canje de rehenes en sus manos por presos palestinos en Israel, a razón de 100 presos por rehén.
Pero ahora propone una tregua de seis semanas y liberar a 42 rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de entre 20 y 50 palestinos por rehén.
Hamás también exige la “retirada del ejército de todas las ciudades y zonas pobladas”, el “regreso sin restricciones de los desplazados” por la guerra y la entrada diaria de al menos 500 camiones de ayuda humanitaria a Gaza, según uno de sus dirigentes.
Israel controla la ayuda terrestre que entra en el enclave, pero los suministros que llegan a la población son insuficientes.
Un barco de la oenegé española Open Arms descargó el sábado 200 toneladas de víveres que transportó desde la isla de Chipre, en el marco de un corredor humanitario que busca aliviar el hambre de los gazatíes.
Chipre anunció que un segundo buque está listo para zarpar con nuevos cargamentos.