Base Aérea de Dover. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó el lunes su preocupación por la continuación de los ejercicios militares de China en torno a Taiwán, pero dijo que no esperaba una escalada.
“No estoy preocupado, pero me inquieta que estén haciendo tanto alboroto. Pero no creo que vayan a hacer nada más de lo que están haciendo”, declaró Biden a periodistas en la Base de la Fuerza Aérea de Dover, en Delaware.
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China continuó el lunes los ejercicios militares en torno a Taiwán, desafiando los llamados de Occidente y Japón a poner fin a las maniobras iniciadas a raíz de una visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Los ejercicios, los más grandes de la historia de China, debían terminar el domingo. El viaje de Pelosi a Taiwán la semana pasada, la visita de más alto rango de un funcionario estadounidense en décadas, enfureció a Pekín, que considera a la isla como parte de su territorio en espera de la reunificación, por la fuerza si es necesario.
En represalia, China también suspendió una serie de discusiones y cooperación entre China y Estados Unidos, en particular sobre cambio climático y defensa. También desplegó aviones de combate, buques de guerra y misiles balísticos en lo que los analistas describieron como de práctica para un bloqueo y una invasión de la isla.
La intensidad de los simulacros irritó a Estados Unidos y a otras democracias. Taipéi condenó a Pekín el lunes por continuar con las maniobras. Washington mantiene una política de “ambigüedad estratégica” sobre si realmente intervendría militarmente si China invadiera Taiwán.
En lo que se denomina la “política de Una China”, reconoce a Pekín, pero deja que las dos partes encuentren una solución, mientras se opone a cualquier uso de la fuerza para cambiar el statu quo.
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