Washington. Estados Unidos no permitirá que Rusia use el “chantaje del gas” para presionar a los aliados europeos y socavar las sanciones impuestas a Moscú por su invasión a Ucrania, dijo este jueves el presidente estadounidense Joe Biden.
“No permitiremos que Rusia intimide o chantajee para eludir estas sanciones. No permitiremos que use su petróleo y gas para evitar las consecuencias de su agresión”, afirmó Biden en una alocución desde la Casa Blanca.
“Estamos trabajando con otros países, como Corea, Japón o Catar, para ayudar a nuestros aliados europeos amenazados por este chantaje del gas ruso”, agregó.
El gigante ruso del gas Gazprom suspendió el miércoles todas las entregas de gas a Bulgaria y Polonia, ambos miembros de la Unión Europea y la OTAN, lo que aumenta la amenaza de escasez en Europa central y oriental, pero también en todo el continente europeo.
“En cierto modo, Rusia se está disparando a sí misma” al privarse de los ingresos por la venta de gas a estos dos países, dijo el jueves el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Blinken también señaló el aumento de los envíos de gas natural licuado de Estados Unidos a Europa “para ayudar a compensar cualquier déficit, incluidos los que pueden resultar de que Rusia intente usar esto como una forma de chantaje”.
Alemania, en particular, ha enfrentado críticas de que envalentonó a Rusia al depender de su gas
El grupo ruso Gazprom anunció el miércoles la suspensión de los envíos de gas a Bulgaria y Polonia, señalando que no habían pagado en rublos, como lo exige Putin desde marzo.
El primer ministro búlgaro, Kiril Petkov, de visita en Kiev, instó a Europa a ser “más fuerte” y a dejar de depender del gas ruso.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acusó el miércoles a Rusia de “chantaje” y afirmó que Polonia y Bulgaria, dos países miembros de la UE y la OTAN, serán abastecidos “por sus vecinos” europeos.
La guerra entre Rusia y Ucrania, dos grandes productores de productos agrícolas y materias primas, acentuó los riesgos de ralentización económica y acentuó la presión inflacionaria en todo el mundo.
El presidente Zelenski afirmó que Rusia “busca provocar una crisis mundial de precios” y el “caos” en el mercado mundial de alimentos.