Washington. El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este martes una tanda de sanciones por “el comienzo de una invasión rusa de Ucrania”, aunque considera que aún se está a tiempo de evitar “lo peor” pese a que el Senado ruso dio luz verde a Vladimir Putin para enviar tropas al país vecino.
La aprobación unánime de la cámara alta, el Consejo de la Federación, permite a Putin desplegar “fuerzas de paz” en dos regiones ucranianas separatistas reconocidas por Moscú como independientes, y potencialmente en otras partes de Ucrania.
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Biden anunció lo que llamó “la primera tanda” de sanciones, que impedirán a Rusia captar fondos occidentales para reembolsar la deuda soberana (lo cual podría influir en el valor del rublo y aumentar el costo de los productos importados) y apuntan a las instituciones financieras y las “élites” rusas.
Sin embargo, dejó la puerta abierta al canal diplomático para evitar una invasión rusa a gran escala “que causará un enorme sufrimiento a millones de personas”. “Evitar que el conflicto llegue más lejos”, también es el objetivo del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en visita a Washington este martes, se reunió con altos funcionarios del gobierno estadounidense, incluyendo Biden, que le anunció que seguirán proporcionando armas “defensivas” a su país. Ucrania, rodeada al norte, sur y este por 150.000 soldados rusos, quiere sobre todo reforzar su defensa antiaérea.
Vladimir Putin declaró el lunes la independencia de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, ante lo cual Washington pareció reaccionar con cautela diciendo que los soldados rusos llevaban ocho años en la zona. Aunque este martes endureció el tono y amenazó a Rusia con pagar un precio “todavía más alto si continúa con su agresión”.
Las sanciones de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea no han impedido a Rusia seguir adelante con sus preparativos. El mundo teme una invasión total de Ucrania, con el riesgo de una guerra catastrófica en Europa. Los incidentes en el frente con los separatistas se multiplicaron en las últimas semanas.
Según el gobierno ucraniano, un soldado murió este martes y seis resultaron heridos en bombardeos prorrusos. Putin enterró los acuerdos de paz de Minsk sobre el conflicto de Ucrania y dio un paso más estableciendo relaciones diplomáticas con las dos regiones separatistas.
Pero pareció dejar una puerta entreabierta al advertir que el despliegue de tropas rusas “dependerá de la situación en el terreno”. Desafió las posturas de Occidente —que niega a Moscú el derecho a opinar sobre quiénes pueden ingresar a la Alianza Atlántica— pontificando que “la mejor solución sería que las actuales autoridades actualmente en el poder en Kiev rehúsen unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y se mantengan neutrales”.
En un mensaje televisado, y con momentos en los que parecía enfadado, Putin calificó a Ucrania de Estado fallido, “títere” de Occidente, que preparaba una “guerra relámpago” para reconquistar las regiones separatistas.
‘Resucitar a la URSS’
Los temores a una invasión se reforzaron cuando el ministerio de Relaciones Exteriores ruso anunció la próxima evacuación de todo su personal diplomático en Ucrania, para “proteger sus vidas”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró tener indicios de que Moscú “sigue planeando un ataque a gran escala contra Ucrania”.
Ucrania quiere que la Unión Europea le prometa el ingreso de su país en el bloque, que ha anunciado sanciones contra Rusia. Entre ellas destaca la del gobierno alemán, que suspendió la autorización del controvertido gasoducto Nord Stream 2 que une Rusia y Alemania, sin pasar por Ucrania.
En las calles de Kiev, la noticia del reconocimiento de los separatistas generaba miedo. “Estoy realmente asustado, tengo mucha familia” en el este de Ucrania, expresó Artem Ivaschenko, de 22 años, natural de Donetsk.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, advirtió que el país tiene por delante momentos complicados y acusó a Rusia de querer “resucitar a la URSS”, de la que Ucrania formó parte hasta su desmembramiento en 1991.
Obuses
En Shchastia, una pequeña localidad del este de Ucrania, cerca de las zonas separatistas, los habitantes despejaban este martes los escombros provocados por la caída de un obús.
Valentina Shmatkova, de 59 años, contó que estaba durmiendo cuando cayeron los proyectiles que volaron los vidrios de su apartamento. ”No nos lo esperábamos (...) Yo creía que nuestro presidente y el presidente ruso eran inteligentes y prudentes”, dijo.
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El anuncio de Putin avivó el conflicto en esta región separatista, surgido en el 2014 a raíz de la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, y en el que ya han muerto más de 14.000 personas.
La crispación golpeó también a los mercados. Los precio del trigo y del petróleo se dispararon y las bolsas asiáticas cerraron a la baja, aunque las europeas se mantuvieron estables.