Kiev. El presidente ruso, Vladimir Putin, volverá a hablar por teléfono este sábado con sus homólogos estadounidense, Joe Biden, y francés, Emmanuel Macron, en un momento en que Washington teme una ofensiva inminente en Ucrania.
El fantasma de una guerra hace que numerosos países occidentales recomienden a sus ciudadanos que salgan de Ucrania. Este sábado, Estados Unidos ordenó a todo su personal no esencial de la embajada de Kiev que salga del país debido a la amenaza de una invasión rusa.
Poco antes, Rusia incrementó la preocupación internacional al admitir que está reduciendo su personal diplomático en Kiev, argumentando que se debe a las “provocaciones” ucranianas y de países occidentales.
En medio de esta alarma general, la diplomacia sigue activándose.
En una llamada telefónica, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, el sábado que los canales diplomáticos permanecían “abiertos” para evitar un conflicto en Ucrania, pero que antes, Moscú debe proceder a una “desescalada”.
Una invasión de Ucrania “traería como resultado una respuesta transatlántica decidida, masiva y unida”, agregó Blinken.
Por su parte, Lavrov, acusó a Estados Unidos de querer provocar un conflicto en Ucrania con sus acusaciones sobre una inminente invasión rusa, a las que calificó de “propaganda”.
Biden hablará con Putin el sábado después de que el viernes sus respectivos jefes de Estado Mayor mantuvieran una conversación. También está prevista una llamada entre Putin y Macron.
El viernes, el consejero de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan, afirmó que la ofensiva es una “posibilidad muy muy real”, pero la inteligencia estadounidense no sabe si el presidente ruso “ha tomado una decisión final” o no.
Los responsables estadounidenses no descartan que Rusia tome esta decisión incluso durante los Juegos Olímpicos de Pekín, que terminan el 20 de febrero.
Mantener la calma
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo el sábado que las advertencias sobre un ataque de Rusia “provocan pánico”.
“Entendemos los riesgos. Entendemos que hay riesgos”, afirmó el mandatario a los periodistas.
“Ahora mismo, el mayor enemigo es el pánico en el país. Y toda esta información está provocando pánico y no nos está ayudando”, indicó el líder ucraniano, agregando que si alguien tiene datos adicionales de una invasión debe entregarlos.
Desde Moscú, la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajárova, criticó la “histeria” de Washington.
“La histeria de la Casa Blanca es más reveladora que nunca. Los anglosajones necesitan una guerra. A cualquier precio. Las provocaciones, la desinformación y las amenazas son el método favorito para resolver sus propios problemas”, dijo la portavoz.
Este sábado, Rusia comenzó nuevas maniobras navales en el mar Negro para “defender la costa marítima de la península de Crimea”, anexada en 2014, de potenciales amenazas.
“Más de 30 navíos de la flota del mar Negro se hicieron a la mar desde Sebastopol y Novorossiisk, siguiendo el plan del ejercicio”, dijo el Ministerio de Defensa.
Rusia también está realizando en estos días maniobras en Bielorrusia, en las fronteras de la Unión Europea y de Ucrania.
Para los países occidentales, todos estos ejercicios son particularmente preocupantes porque cercan militarmente el territorio de Ucrania.
Bombardeos aéreos
Los intentos diplomáticos de los últimos días no han permitido aliviar la crisis, surgida tras el despliegue de más de 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania hace varias semanas.
El Pentágono enviará 3.000 soldados estadounidenses adicionales a Polonia “en los próximos días” para “tranquilizar a los aliados de la OTAN”.
La Casa Blanca destacó la “notable” unidad de los países occidentales ante lo que considera el momento más peligroso para Europa desde el final de la Guerra Fría, hace 30 años.
Los estadounidenses, que compartieron sus análisis de inteligencia con sus aliados, esbozaron un escenario dramático en caso de una ofensiva rusa. Probablemente “empezaría con bombardeos aéreos y ataques con misiles que obviamente podrían matar a civiles”, dijo Sullivan, explicando que también habría “un asalto rápido” a Kiev.
El Kremlin dijo el viernes que las conversaciones mantenidas un día antes en Berlín entre representantes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia no habían dado “ningún resultado”.
Estas reuniones se centraron en el conflicto del este de Ucrania, que ha enfrentado a los separatistas respaldados por Rusia con el ejército ucraniano desde 2014 y ha dejado más de 14.000 muertos.
Moscú ha negado repetidamente que quiera atacar a Ucrania, pero exige ciertas garantías en materia de seguridad, entre ellas que la OTAN no admita entre sus miembros a Ucrania, un punto inaceptable para Occidente.