Libreville. AFP. Se sabe que el grupo islamista nigeriano Boko Haram tiene capacidad de atacar simultáneamente en varios frentes y que dispone de un arsenal importante, pero todavía hay muchas interrogantes sobre sus efectivos, su organización interna y su financiación, según expertos y militares.
Los atentados suicidas en Nigeria y en Chad (donde los islamistas entraron en embarcaciones), así como los asaltos terrestres en Níger, Camerún y Nigeria, han demostrado que Boko Haram puede actuar simultáneamente y con métodos variados en lugares alejados.
Los islamistas suelen estar bien armados, como atestigua el ataque del lunes en la ciudad camerunesa de Waza, donde los soldados de Camerún se incautaron de un vehículo blindado para el transporte de tropas.
A lo largo de los meses han reunido un armamento impresionante de lanzacohetes, camiones blindados, cañones, morteros, munición, armas e incluso motores explosivos.
Según los militares, no cabe ninguna duda de que el arsenal de Boko Haram proviene esencialmente del Ejército nigeriano. “Muchos de sus instrumentos de combate pertenecen a los militares nigerianos que los abandonaron al desertar de sus posiciones”, confió un oficial superior del Ejército camerunés a inicios de esta semana.
“En cuanto a las armas, una parte fue claramente adquirida durante los ataques contra los destacamentos militares nigerianos, pero creo que hay más que eso. Hay compra de armas”, consideró Cédric Jourde, investigador especialista en esta región de la Universidad de Ottawa.
Desde hace meses, chadianos y cameruneses han reforzado considerablemente los controles de sus fronteras contra las infiltraciones de Boko Haram.
Refuerzo. Los hombres de Boko Haram están armados y en general son muy numerosos cuando atacan, por lo que también registran enormes pérdidas.
Los balances militares oficiales de los ejércitos implicados en la guerra dan cuenta de decenas e incluso centenares de muertos en las filas islamistas de manera regular, según varios testimonios de habitantes.
¿De cuántos combatientes dispone Boko Haram para soportar esas pérdidas? Estimaciones parciales dan cifras de varios millares, pero cuadran difícilmente con la multiplicación de ataques, pérdidas y reclutamiento.
Desde hace meses, un importante número de cameruneses y nigerianos de zonas fronterizas con los bastiones del grupo han informado de varias campañas de reclutamiento llevadas a cabo por los islamistas en los pueblos.
“Es muy difícil tener informaciones fiables sobre este tema, porque se trata de un terreno vedado tanto para los investigadores como para los periodistas”, explica Cédric Jourde, que duda de que “los servicios de inteligencia sepan mucho más”.
En cuanto al funcionamiento del grupo, tampoco se sabe mucho. Su jefe, Abubakar Shekau , aparece a menudo en videos incendiarios, pero ¿qué pasa con el operativo que se encarga de coordinar y planificar los ataques?
“Nigeria es un país extraordinariamente complejo”, recordó un responsable militar occidental, quien agregó que “Boko Haram es un caso particular dentro de los movimientos yihadistas”.
El grupo aprovecha esta complejidad del país más poblado del continente para lograr sus objetivos, explotando, por ejemplo, la división entre el norte, mayoritariamente musulmán, y el sur, predominantemente cristiano.
En este sentido, “la gente que tiene medios económicos suficientemente importantes en el este de Nigeria contribuye de una manera u otra a la compra de armamento en favor de Boko Haram”, según Jourde.