Beirut. Un bombardeo israelí destruyó el lunes un anexo de la embajada de Irán en Siria y mató a por lo menos ocho personas, entre ellas siete miembros de los Guardianes de la Revolución islámica, incluidos dos altos mandos.
El ejército ideológico de la República Islámica de Irán condenó el ataque y confirmó en un comunicado que siete de sus miembros, entre ellos dos altos mandos de la Fuerza Qods -su brazo de operaciones exteriores- Mohamad Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi, se encontraban entre las víctimas.
Las autoridades de Teherán prometieron responder de manera “decisiva” a este ataque sin precedentes contra un edificio diplomático iraní en Siria, donde Irán y sus aliados -enemigos de Israel- apoyan al gobierno de Bashar al Asad.
“El ataque destruyó todo el edificio, matando e hiriendo a todos los que estaban dentro, y se está trabajando para recuperar los cuerpos y rescatar a los heridos de entre los escombros”, afirmó el Ministerio sirio de Defensa mientras en el lugar, los servicios de emergencia buscaban víctimas bajo los restos y sonaban las sirenas.
Las fuerzas de seguridad acordonaron el perímetro ante una multitud de curiosos que se agolpaban cerca de vehículos calcinados.
El embajador iraní en Siria, Hossein Akbari, quien resultó ileso, aseguró a la televisión estatal iraní que el ataque se realizó con “aviones de combate F-35 y seis misiles”.
Preguntado por la incursión en una rueda de prensa en Israel, el portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, respondió que “no comentaba las informaciones de la prensa extranjera”.
Desde el inicio el 7 de octubre de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, ha ido creciendo el temor a que el conflicto adquiera una dimensión regional.
Israel ha intensificado los ataques contra otros grupos vinculados a este movimiento palestino y como él respaldados por Irán.
“Respuesta seria”
También la televisión estatal iraní informó que entre los muertos estaba el general de brigada Mohamad Reza Zahedi, de 63 años y uno de los altos mandos de la Fuerza Quds, el brazo de operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), oenegé con sede en el Reino Unido que cuenta con una amplia red de informantes sobre el terreno en Siria, dijo haber “confirmado la muerte de un líder de alto nivel que sirvió como líder de la Fuerza Quds en Sira y Líbano, dos consejeros iraníes, y cinco miembros de los Guardianes de la Revolución” de Irán.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, imputó el ataque a Israel y pidió una “respuesta seria de la comunidad internacional”, según un comunicado del ministerio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “perdió completamente el equilibrio mental debido a los sucesivos fracasos del régimen israelí en Gaza y a la incapacidad de lograr los ambiciosos objetivos de los sionistas”, afirmó.
El embajador Akbari denunció que “el ataque israelí contra el consulado iraní muestra la realidad de la entidad sionista, que no reconoce ninguna ley internacional y hace todo lo inhumano para conseguir sus objetivos”.
Y Rusia acusó a Israel de llevar a cabo un ataque “inaceptable”.
El bombardeo del lunes se produjo tres días después de que el OSDH informara de otros ataques israelíes en Siria en los que murieron 53 personas, entre ellas 38 soldados sirios y siete milicianos del Hezbolá.
Fue el mayor número de bajas sufridas por el ejército sirio en ataques israelíes desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, indicó la oenegé.