
Phnom Pehn
El juicio por genocidio de dos antiguos líderes de los Jemeres Rojos se reanudó este viernes en Camboya, donde se les acusa de asesinatos masivos de vietnamitas y musulmanes, matrimonios forzosos y violaciones entre 1975 y 1979.
El ideólogo del régimen Nuon Chea, de 88 años, y el exjefe de Estado Khieu Samphan, de 83 años, ya fueron condenados en agosto a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad en un primer juicio.
Esa primera condena de altos responsables de los Jemeres Rojos no impidió la apertura en julio de este segundo juicio. El procedimiento fue dividido en varios "minijuicios", por temor a que los culpables fallecieran antes de ser condenados.
"Los acusados afrontan ahora a la justicia por los mayores crímenes que se les imputan", declaró este viernes el fiscal Chea Leang.
Nuon Chea, que admitió tener "una responsabilidad moral" sobre lo ocurrido, negó una vez más que hubiera existido un plan de genocidio.
"Habéis presentado una historia que, al final, solo es un cuento de hadas para niños", declaró ante la corte en Phnom Pehn.
El conocido como "hermano número dos" del régimen no se había expresado en público desde el veredicto de su juicio anterior, que recurrió y calificó de "parodia de justicia decepcionante".
Unos 300 supervivientes del régimen se manifestaron este viernes ante el tribunal, reclamando compensaciones financieras por los sufrimientos que padecieron.
Los dos octogenarios, acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, comparecen desde 2011 por su responsabilidad en la muerte de dos millones de personas entre 1975 y 1979, esto es, un cuarto de la población de Camboya en aquella época. Las víctimas fallecieron por agotamiento, enfermedades, hambrunas, torturas o ejecuciones.
El primer juicio se centró en la evacuación forzosa de las ciudades para llevar a cabo una utopía marxista que buscaba una sociedad totalmente agraria, sin dinero ni urbanitas.
Este segundo juicio está dedicado a las acusaciones de genocidio de vietnamitas y de la minoría musulmana sham. El régimen mató a entre 100.000 y 500.000 shams y a unos 20.000 vietnamitas.