Río de Janeiro. AFP. La presidenta de Petrobrás, Graça Foster, y el directorio de la empresa estatal renunciaron ayer, empujados por los coletazos de un escándalo de corrupción que sacude la institución y tiene, también, ramificaciones políticas.
En una nota al mercado, Petrobrás informó ayer de “que su Consejo de Administración se reunirá mañana para elegir al nuevo directorio”.
La confirmación oficial llegó tras la jornada del martes, que estuvo plagada de rumores que dispararon las acciones de Petrobrás a más de 14% en la bolsa de São Paulo. Ayer cerraron con un alza muy moderada.
La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, quien asumió su segundo gobierno el 1.° de enero , se resistió por meses a la salida de Foster y de los cinco directores, pero acabó por aceptarla, ante la irrecuperable confianza del mercado y presiones políticas, según analistas.
La mayor empresa pública de Brasil está sumergida en un escándalo de corrupción sin precedentes, por el que la Justicia investiga una red ilegal de sobornos entre Petrobrás y firmas constructoras, que habría actuado durante una década y movió unos $4.000 millones .
Rousseff fue presidenta del Consejo de Administración de Petrobrás entre el 2003 y el 2010, periodo en el que la red de corrupción estaba en su auge, según se ha establecido durante la investigación del caso.
El expresidente del Banco Central Henrique Meirelles es uno de los principales candidatos a ocupar la silla de la presidencia, aunque está en el aire la pregunta de quién estará dispuesto a asumir el liderazgo de una empresa en graves problemas.
Protegida. Foster, quien ya había puesto su cargo a disposición varias veces, dijo en diciembre que seguiría al frente de la mayor empresa del país mientras contara con la “confianza” de Rousseff, su amiga por más de 15 años.
Foster es militante del Partido de los Trabajadores (PT, oficialista ), pero hizo carrera en la estatal, donde ingresó en 1978.
La oposición (que promueve investigaciones sobre el caso en el Congreso) pedía su salida al considerarla como una suerte de “escudo” para el filón político.
“La caída de Foster era inevitable. La presidenta creía que si seguía al frente de Petrobrás estaría blindada de irresponsabilidades”, criticó Aecio Neves, dirigente opositor brasileño.
Hasta ahora fueron procesados 39 ejecutivos de la estatal y de las constructoras involucradas en el caso. Se espera que varios políticos sean investigados, aunque por ahora no hay una acusación formal. Petrobrás también lleva una indagación interna.