Pekín. China afirmó este lunes que varios globos de Estados Unidos entraron en su espacio aéreo desde enero de 2022, en respuesta a acusaciones de Washington de que Pekín envió este tipo de aparatos para espiar territorio estadounidense.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se agravaron aún más después de que Washington derribara el 4 de febrero un presunto dispositivo de espionaje chino, que según Pekín tenía fines civiles.
Desde entonces se derribaron otros artefactos de este tipo que volaban sobre Estados Unidos y Canadá, aunque Pekín solo ha admitido que el primero era suyo.
Este fin de semana, los medios estatales chinos informaron de que se avistó un objeto volador no identificado frente a la costa este del país, y que el ejército se estaba preparando para derribarlo.
Pekín se negó el lunes a comentar esa información y se limitó a remitir a los periodistas al ministerio de Defensa. Pero el gobierno sí acusó a Estados Unidos de enviar más de diez globos a su espacio aéreo desde enero de 2022.
"No es raro que Estados Unidos entre ilegalmente en el espacio aéreo de otros países", dijo a la prensa el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
"Solo en el último año, globos estadounidenses han sobrevolado China más de diez veces sin autorización alguna", aseguró.
Preguntado sobre cómo respondió China a esas supuestas incursiones, Wang dijo que la "gestión [de estos incidentes] por parte de Pekín fue responsable y profesional".
"Si quieren saber más sobre globos de gran altitud estadounidenses que entran ilegalmente en el espacio aéreo de China, les sugiero que se remitan a la parte estadounidense", añadió.
“Precaución”
Estados Unidos incrementó la vigilancia de su espacio aéreo mientras aumenta el número de incursiones aéreas, de las que Pekín negó el lunes tener conocimiento.
El Pentágono dijo el domingo que aún desconoce cuáles son los otros tres objetos que fueron derribados: uno el viernes sobre Alaska, otro el sábado sobre el territorio canadiense de Yukón y el más reciente el domingo sobre el lago Hurón.
Las autoridades sí indicaron que el objeto derribado el domingo había sido rastreado durante casi un día y no se parecía al supuesto globo de vigilancia chino que fue destruido frente a la costa atlántica el 4 de febrero después de atravesar el país.
El presidente Joe Biden ordenó a un caza F-16 que derribara el último objeto "por precaución", dijo un alto funcionario de la administración.
El objeto fue descrito por el funcionario como una estructura octogonal de la que colgaban cuerdas.
Estuvo a la deriva a unos 6.000 metros sobre Michigan y podría suponer un peligro para la aviación civil, según el funcionario.
Por su parte el general Glen VanHerck, jefe del Mando Norte de Estados Unidos, dijo a la prensa que tras enviar aviones a inspeccionar el objeto más reciente llegaron a la conclusión de que no había indicios de amenaza alguna, al igual que con los objetos anteriores.
"Lo que estamos viendo son objetos muy, muy pequeños que producen una sección transversal de radar muy, muy baja", dijo.
Aunque se negó a describir la forma o el tamaño de los objetos, dijo que se desplazaban muy lentamente, a la velocidad del viento.
En los últimos días se han disparado las especulaciones sobre su naturaleza. “Dejaré que la comunidad de inteligencia y la comunidad de contrainteligencia lo averigüen”, dijo VanHerck.