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Manila
La campaña global de presión contra Corea del Norte, a la que se sumaron fuertes sanciones de Naciones Unidas (ONU), recibió, este domingo, un impulso positivo de China –que, para Pionyang, representa una cuerda de salvamento económico–, luego de que Pekín instó a su vecino a detener sus ensayos con misiles y pruebas nucleares.
El gobierno del presidente Donald Trump elogió cautelosamente la aparente cooperación recién mostrada por China, pero al mismo tiempo advirtió de que Estados Unidos estará observando para asegurarse de que se seguirá presionando a Pionyang.
Tampoco hubo indicios, por el momento, de que Washington aceptara un llamado de China para que regrese rápidamente a las negociaciones.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el sábado nuevas y amplias sanciones contra Corea del Norte, las más fuertes en una generación, según Estados Unidos.
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Mientras los máximos diplomáticos de varios países se reunían en Filipinas para la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el presidente Donald Trump reaccionó satisfecho a lo lejos.
"China y Rusia votaron con nosotros. ¡Un gran impacto financiero!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
"Fue un buen resultado", agregó el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, de una manera característicamente discreta mientras se reunía con la máxima diplomática de Corea del Sur, Kang Kyung-wha.
Para Estados Unidos se trató de una anhelada señal de progreso para la estrategia de Trump de intentar conseguir la ayuda de Pekín para presionar a Pionyang, diplomática y económicamente.
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Llamado de atención
El canciller de China, Wang Yi, quien se reunió con el máximo diplomático de Corea del Norte durante la reunión en Manila, instó a Pionyang a "mantener la calma" a pesar del voto de la ONU.
"No violen la decisión de Naciones Unidas ni provoquen la buena voluntad de la sociedad internacional mediante la realización de lanzamientos de misiles o pruebas nucleares", advirtió Wang.
Aunque China reiteró su llamado a que Estados Unidos y Corea del Norte reanuden conversaciones, Washington respondió que aún era prematuro.
También, rechazó, una vez más, un pedido chino a congelar los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur, a cambio de que Pionyang frene su desarrollo nuclear.
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Corea del Norte ha interpretado los ejercicios militares como ensayos para una invasión extranjera a su territorio.
Las nuevas sanciones de la ONU podrían reducir hasta en una tercera parte los $3.000 millones en exportaciones anuales de Corea del Norte.
Añadiéndoles más drama a las maniobras diplomáticas en Manila, se contó con la presencia del principal diplomático norcoreano, Ri Yong-ho, quien planeó su propia cita con el ministro del Exterior de China en el marco de la cumbre.
Estados Unidos ha presionado por expulsar, de forma temporal, a Pionyang de los 27 países que conforman el foro regional; sin embargo, los diplomáticos están divididos en torno a esa propuesta.
