Pekín. AP. Los líderes de China terminaron una reunión política muy esperada, con la promesa de darles a las fuerzas del mercado un mayor papel en la economía, dominada por el Estado, aunque sin lograr las reformas para mejorar el modelo de crecimiento desgastado.
En reporte tras reunión de cuatro días que los defensores de la reforma esperaban que derivara en una ola de cambios, los líderes del Partido Comunista (PCCh) dieron un apoyo inusualmente fuerte a compañías privadas como “componentes importantes” de la economía, pero dijeron que la industria estatal seguirá siendo su fuerte.
El mercado tendrá “un papel decisivo” al asignar recursos, informó el Partido. La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que esto era un avance del “papel central” dado al mercado en las políticas del Partido en las últimas dos décadas.
No se dieron indicios de que en la reunión se hubiera considerado cualquier reforma al sistema partidista y cerrado de China. También se anunció que un consejo nacional de seguridad se preparará para mejorar la estrategia en esa área.
Los líderes chinos afrontan presión para reemplazar un modelo de crecimiento basado en las exportaciones y la inversión, que generó tres décadas de rápida expansión, pero parece haberse quedado sin impulso. Los defensores de la reforma dicen que Pekín debería abrir varias industrias, controladas por el Estado, a la competencia privada, pero cualquier medida para reducir los privilegios de las compañías favorecidas por el Gobierno seguramente afrontará resistencia.
Otra área importante, que según los reformistas está lista para ser cambiada, es el control de los campos, los cuales pertenecen, en su totalidad, al Estado. El reporte dice que los agricultores deben tener más derechos de propiedad; sin embargo, no llegaron a acuerdos.