Bogotá. El presidente Gustavo Petro ordenó este domingo reanudar las acciones ofensivas contra el Clan del Golfo, la mayor banda narcotraficante de Colombia, por ataques a la población civil y la fuerza pública, que lo llevaron a suspender el cese al fuego.
Según el gobierno, la organización con la que pactó una tregua desde el 31 de diciembre está detrás de intimidaciones y agresiones contra pobladores en el noroeste del país.
“Ordené a la Fuerza Pública reactivar todas las operaciones militares contra el Clan del Golfo”, escribió el mandatario en Twitter.
He ordenado a la Fuerza Pública reactivar todas las operaciones militares contra el Clan del Golfo. Se suspende el cese bilateral con este grupo al margen de la ley. No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 19, 2023
Iván Velásquez, ministro de Defensa, aseguró este domingo que el Clan también disparó con fusil a una patrulla del ejército.
Al filo de Año Nuevo, Petro anunció una tregua bilateral con el Clan del Golfo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 y un grupo paramilitar de la Sierra Nevada de Santa Marta.
La medida era el primer paso para sentarse a negociar con los principales actores armados ilegales del país, que aún sufre la violencia pese al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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Pero dos de las treguas fracasaron: el ELN negó tal acuerdo con el gobierno, y ahora el gobierno puso fin al pacto con el Clan del Golfo.
Esta banda de origen paramilitar es señalada de estar detrás de manifestaciones de mineros ilegales que desde el 2 de marzo atemorizan a los pobladores del Bajo Cauca, en el departamento de Antioquia, luego de que la fuerza pública quemara las dragas que utilizan para extraer oro.
"Las fuerzas militares y la policía tienen la capacidad suficiente no solo para desarrollar estas operaciones ofensivas ordenadas por el presidente sino para brindar seguridad a la población", dijo el ministro Velásquez.
Rodeado de la cúpula militar y policial, Velásquez lanzó una advertencia al Clan y aseguró que el ejecutivo está dispuesto a enviar más uniformados para que se unan a los 10.000 que ya desplegó en el Bajo Cauca.
Revés de la “Paz Total”
La suspensión del cese al fuego es uno de los mayores reveses para el plan de “Paz Total”, la política con la que el primer mandatario izquierdista de Colombia quiere acabar con el conflicto interno.
Con esa intención, Petro, en el poder desde el 7 de agosto, mantiene conversaciones de paz con el ELN y hará lo mismo con el Estado Mayor Central, el grupo más importante de los disidentes de las FARC.
La tregua con el ELN terminó antes de empezar. Sus dirigentes aseguraron no haber pactado nada con el gobierno en Caracas, primera sede de los diálogos que luego continuaron en Ciudad de México.
La oposición y algunos expertos señalan que la fuerza pública quedó maniatada ante las bandas criminales y los guerrilleros por la orden presidencial de detener las acciones ofensivas.
"Nunca hubo cese bilateral al fuego con el Clan del Golfo (...) La mayor irresponsabilidad al dejar a la población civil indefensa durante tanto tiempo", se quejó en Twitter el excandidato presidencial de derecha Federico Gutiérrez.
Según Petro, el Clan priorizó el lucro que le genera el oro ilegal por encima de los acercamientos de paz y continúa apropiándose minas ilegales.
La extracción del metal genera casi las mismas ganancias para las organizaciones al margen de la ley que el tráfico de drogas, según las Fuerzas Armadas.
Arremetida del Clan
De acuerdo con cálculos oficiales, el Clan del Golfo exporta unas 700 toneladas anuales de droga desde Colombia, el mayor productor mundial de cocaína.
La violencia de las guerrillas y los paramilitares aliados con narcos no permite que se extinga el conflicto armado que vive el país desde hace casi seis décadas y deja más de 9 millones de víctimas, en su mayoría desplazados y asesinados.
El máximo líder del Clan del Golfo, "Otoniel", fue capturado en octubre de 2021 y extraditado a Estados Unidos en mayo siguiente.
Tras su arresto, miembros del Clan asesinaron a por lo menos 20 policías.
Alias “Siopas”, uno de los hombres más cercanos a “Otoniel”, fue encontrado muerto en una carretera a principios de marzo, al parecer víctima de sus propios socios.