Londres. Algunas de las más importantes compañías aéreas del mundo, incluyendo a British Airways, Qantas y Singapore Airlines suspendieron sus vuelos sobre el estrecho de Ormuz, en medio de crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos por el derribo de un dron de Washington.
Previamente, Washington prohibió a los vuelos comerciales de su país entrar en el espacio aéreo controlado por Teherán en el golfo Pérsico y el golfo de Omán “hasta nuevo aviso”, tras el derribo de aquel aparato.
Esas restricciones se deben al aumento de “las actividades militares y a las crecientes tensiones políticas en la región, que presenta un riesgo para las operaciones de la aviación civil estadounidense y posibilidades de errores de cálculo o de identificación”, indicó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
La decisión de la FAA se aplica solamente a las compañías registradas en Estados Unidos. Como consecuencia de ello, United Airlines informó de que suspendía su vuelo Newark-Bombay.
Las compañías aéreas europeas o asiáticas tomaron luego medidas similares, entre ellas la británica British Airways, la holandesa KLM y la alemana Lufthansa.
"El incidente con el dron es una razón para no sobrevolar el estrecho de Ormuz de momento. Es una medida de precaución", declaró KLM en un comunicado, en el que se precisa que la seguridad es la "prioridad absoluta" de la compañía.
También la alemana Lufthansa anunció que decidió en sus vuelos "evitar el estrecho de Ormuz en el golfo Pérsico".
Irán derribó el jueves un dron estadounidense que se encontraba, según Teherán, en su espacio aéreo. Esa información fue desmentida por Estados Unidos, que niega haber ingresado en el espacio aéreo de la República islámica.
El aumento de la tensión entre Washington y Teherán hace temer el estallido de un conflicto, a pesar de que los dos países han afirmado varias veces que no buscaban una guerra.
Holanda sigue traumatizada por el derribo en el 2014 del vuelo de la Malaysia Airlines MH17, tras ser alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la región de Donetsk, en el oeste de Ucrania, donde se enfrentan aún separatistas prorrusos y fuerzas gubernamentales ucranianas.
Los 298 ocupantes del avión murieron, y entre ellos 196 eran holandeses. El avión volaba entre Ámsterdam y Kuala Lumpur.
Este incidente obligó a las compañías a evitar el espacio aéreo ucraniano en la muy frecuentada ruta entre Europa y Asia.
Para hacer frente a estas tensiones entre Irán y Estados Unidos, Malaysia Airlines afirmó que "sigue de cerca la situación y está atenta" a los "informes de seguridad" de las autoridades aéreas.
Por su lado, la australiana Qantas anunció que está “adecuando las rutas de nuestros vuelos sobre Oriente Medio para evitar el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán hasta nuevo aviso”.
Singapore Airlines hizo lo propio, e indicó que algunos de sus vuelos "tomarán rutas ligeramente más largas para evitar la zona del estrecho de Ormuz".
A su vez, Emirates, compañía basada en Dubái, afirmó que está modificando las rutas de sus vuelos para evitar “áreas de posible conflicto”
Alex Macheras, analista aéreo independiente basado en Londres, aseguró que el hecho de que compañías eviten el estrecho de Ormuz afecta a Irán, que ya sufre un “masivo éxodo” de las líneas aéreas europeas que han abandonado sus vuelos a Teherán, debido a las sanciones de Estados Unidos.
Las rutas aéreas entre Europa y Asia ya se han visto afectadas desde febrero debido a las restricciones de Pakistán sobre amplias zonas de su espacio aéreo por los enfrentamientos con su rival y vecino, India.