Yeda. Representantes de decenas de países se reunieron este sábado en Arabia Saudita para tantear salidas diplomáticas a la guerra entre Rusia y Ucrania, en una iniciativa que demostró el vigor diplomático del reino aunque no diera lugar a avances inmediatos.
El encuentro, en la ciudad portuaria de Yeda, sobre el mar Rojo, contó con la presencia de unas 40 delegaciones, entre ellas la de Ucrania, pero no de Rusia, que no fue invitada, según indicaron diplomáticos conocedores de los preparativos.
Pese a que no dio lugar a avances concretos, el cónclave permitió esbozar una dinámica que debería mantenerse el domingo en reuniones bilaterales, señalaron participantes.
El encuentro generó además expectativas por la presencia de representantes de los cuatro socios de Rusia en el bloque de los BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica), que no han tomado partido por Ucrania aunque tampoco apoyan la invasión rusa.
Celso Amorim, asesor de asuntos internacionales del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó que “cualquier negociación real” debía “incluir a todas las partes”.
“Aunque Ucrania sea la mayor víctima, si realmente queremos la paz, tenemos que implicar de alguna forma a Moscú en este proceso”, insistió, según una copia de su declaración transmitida a la AFP.
Ucrania preveía tensiones entre los participantes.
“Anticipo que la conversación no será fácil, pero la verdad está de nuestro lado”, afirmó el viernes Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana.
“Nuestra tarea es unir a todo el mundo en torno a Ucrania”, añadió.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022. Fracasó en su tentativa de tomar Kiev, la capital, pero se apoderó de vastas regiones del este. Las tropas ucranianas lanzaron en junio una contraofensiva, con material militar y apoyo financiero de las potencias occidentales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo esta semana que los debates de Yeda se centrarían en su plan de paz de diez puntos, que incluyen el retiro total de las tropas rusas del territorio de la exrepública soviética.
También exige la restitución a Ucrania de la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
Rusia afirma desde el inicio de la guerra que cualquier negociación deberá tener en cuenta “las nuevas realidades territoriales”.
¿La hora de los BRICS?
Varios países ya habían celebrado en junio en Copenhague un encuentro informal sobre la guerra en Ucrania.
Fuentes diplomáticas indicaron que Ucrania tiene expectativas sobre el papel que podían desempeñar muchos otros países, y en especial los cuatro socios de Rusia en el bloque de los BRICS.
Y de hecho, esos cuatro países enviaron delegaciones a la cita.
La de China estaba encabezada por el enviado especial de Pekín para Eurasia, Li Hui.
La delegación estadounidense, por su lado, estaba al mando del secretario de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Zelenski celebró el viernes la implicación en las discusiones de países en desarrollo, golpeados por el aumento de precios de los alimentos provocado por la guerra.
Equilibrio saudita
Arabia Saudita, que como mayor exportador mundial de crudo trabaja de cerca con Rusia en política petrolera, ha mantenido contactos con ambos bandos y se ha posicionado como posible mediador.
“Al acoger esta cumbre, Arabia Saudita quiere reforzar su ambición de convertirse en una potencia media mundial capaz de mediar en los conflictos”, observó Joost Hiltermann, responsable para Oriente Medio de la oenegé International Crisis Group.
Riad “quiere verse junto a India o Brasil, porque solo como grupo estas potencias intermedias pueden aspirar a tener impacto”, agregó.
Arabia Saudita respalda las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que denuncian la invasión de Ucrania, pero Estados Unidos le reprocha que los recortes de producción de petróleo aprobados en octubre equivalen a “alinearse con Rusia” en la guerra.
El reino invitó en mayo a una cumbre de la Liga Árabe al presidente ucraniano, quien acusó a algunos líderes de la región de hacer la vista gorda ante la invasión rusa.
Pero Riad está adoptando una “estrategia clásica de equilibrismo”, señala Umar Karim, experto en política saudita de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido.
“Rusia seguramente verá esta iniciativa de forma muy favorable, o, al menos, no la encontrará inaceptable”, asegura a la AFP.