Naciones Unidas. Las condiciones de vida en Yemen son “catastróficas” luego de tres años de guerra, con un creciente riesgo de hambruna y cólera, en la peor crisis humanitaria de la historia, dijo este martes un alto funcionario de la ONU.
El Consejo de Seguridad estaba reunido para discutir sobre la situación en Yemen, un día después de que Rusia vetó una resolución de Reino Unido, apoyada por Estados Unidos y Francia, que habría presionado a Irán por su incapacidad para bloquear el envío de misiles a rebeldes hutíes.
“Después de tres años de conflicto, las condiciones en Yemen son catastróficas”, dijo John Ging, director de operaciones humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).“Las vidas de la gente continuaron desarmándose. El conflicto se ha intensificado desde noviembre, alejando a unas 100.000 personas de sus hogares”, indicó Ging.
Un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló a mediados de enero que 22,2 millones de yemeníes (76% de la población) necesitan ayuda.
El riesgo de hambruna también crece, con 8,4 millones de personas confrontadas al hambre, frente a los 6,8 millones en el 2017, según la OCHA.
Además, el cólera infectó a más de un millón de personas desde abril del 2017, en el peor brote del mundo, mientras que la difteria regresó al país por primera vez desde 1982, puntualizó Ging.
Desde el 2015, Arabia Saudí lidera una coalición militar en Yemen para dar apoyo al gobierno del presidente Abd Rabo Mansur Hadi y en contra de los rebeldes hutíes chiitas, que controlan Saná, la capital del país.
“Las partes han continuado con el patrón destructivo de política de suma cero que ha llevado al país a sumirse en mayor pobreza y destrucción”, expresó el mediador de la ONU en Yemen, Ismaïl Ould Cheikh Ahmed.
La ONU califica la guerra de Yemen, que deja más de 9.200 muertos y cerca de 53.000 heridos, de la “peor crisis humanitaria en el mundo”.
Estados Unidos, que tiene como bestia negra a Irán, presiona para condenar y sancionar a Teherán después del lanzamiento de misiles de fabricación iraní a Arabia Saudí en el 2017 por parte de los rebeldes hutíes de Yemen.
Un informe de la ONU concluyó que Irán incumplió sus obligaciones al no impedir la llegada de esos cohetes a Yemen. El texto también aseguró que no se pudo identificar a los responsables o los canales de transmisión que permitieron a los hutíes conseguir el armamento.
Para Rusia, el informe de la ONU no aporta ninguna prueba que inculpe directamente a las autoridades iraníes.