Piongyang. Corea del Norte disparó dos supuestos misiles de crucero este martes, anunció Seúl, aumentando a cinco el número de pruebas militares realizadas en un mes, en un momento en que Piongyang ignora las ofertas de diálogo de Estados Unidos.
La última vez que Corea del Norte realizó tantas pruebas de armamento en un mes fue en el 2019, después del fracaso de las negociaciones de alto nivel entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un. “Corea del Norte disparó dos supuestos misiles de crucero”, afirmaron los jefes del Estado Mayor del ejército surcoreano en un comunicado, sin dar más detalles.
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Los misiles de crucero no están prohibidos por el actual régimen de sanciones de la ONU y Corea del Sur no reporta habitualmente cada uno de estos ensayos en tiempo real, como sí lo hace para los misiles balísticos. El último registro de un ensayo de misiles de crucero lanzado por Piongyang se remonta a setiembre del 2021.
Esta serie de disparos tiene lugar tras un discurso pronunciado en diciembre por Kim Jong Un en el que se comprometió a modernizar su arsenal. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impuso a principios de enero nuevas sanciones, una medida que Piongyang tachó de “provocación” y a la que podría responder con la reanudación de pruebas nucleares y balísticas de largo alcance.
Las agencias de inteligencia estadounidenses y surcoreanas están analizando actualmente el disparo. Piongyang rechaza las propuestas de diálogo de Washington y desde hace varias semanas ha llevado a cabo una serie de ensayos de armamento para hacer una demostración de fuerza.
Probar la reacción de EE. UU.
Este último ensayo parece un desafío abierto a la propuesta de Biden de negociar “sin condiciones previas”, una oferta que no ha generado ningún avance en el último año. “Corea del Norte parece querer probar la reacción de Washington y al mismo tiempo mostrar su presencia en el concierto internacional”, indicó Yang Moo-jin, académico en la Universidad de Estudios Norcoreanos.
El disparar un misil de crucero, Piongyang se burla de Estados Unidos, sin violar las sanciones de la ONU, agregó el experto. Estos ensayos se producen en un periodo complejo en la región: China, el único aliado del régimen norcoreano, acoge los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero y Corea del Sur celebra elecciones presidenciales en marzo.
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Para Ahn Chan-il, un desertor norcoreano convertido en un investigador, estas pruebas pueden ser una forma de presionar a China. “Los Juegos Olímpicos de Pekín no pueden ser un festival de paz sin que haya paz en la Península Coreana”, dijo. “Y la paz en la Península Coreana depende de Corea del Norte”, señaló.
Piongyang, cuyos problemas económicos se han agravado con el cierre total de sus fronteras para evitar la propagación de la pandemia de covid-19, empezó a retomar los intercambios comerciales con su vecino chino a principios de enero.