Piongyang. Corea del Norte disparó el sábado un misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM), anunció el ejército surcoreano, horas después de que Estados Unidos advirtiera sobre la posibilidad de que Piongyang reanude las pruebas nucleares.
“Nuestros militares han detectado hacia las 2:07 p.m. (hora local) que un misil balístico de corto alcance, supuestamente un SLBM, fue disparado desde el mar frente a Sinpo, Hamgyong de Sur”, declaró el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un comunicado. Desde el inicio del año, Corea del Norte ha aumentado considerablemente sus pruebas y lanzamientos armamentísticos.
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El disparo de este sábado es la 15ª demostración de fuerza del país y tiene lugar poco antes de la investidura el martes de un nuevo presidente en Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, con una posición más hostil hacia Piongyang que su predecesor Moon Jae-in.
Estados Unidos aseguró el viernes que Corea del Norte podría estar preparando un prueba nuclear este mes, la primera desde el 2017. Según los guardacostas japoneses, que citaron a su ministerio de Defensa, Piongyang lanzó un objeto, “probablemente un misil balístico”.
La semana pasada, durante un importante desfile militar, el líder norcoreano Kim Jong Un se comprometió a desarrollar sus fuerzas nucleares “lo más rápido posible” y advirtió contra posibles ataques “preventivos”, como mencionó el futuro presidente surcoreano.
El viernes, Washington, a través de la vocera diplomática Jalina Porter, advirtió que Piongyang “está preparando el sitio de pruebas de Punggye-ri y podría estar listo para llevar a cabo una prueba allí este mes, lo que sería su séptima prueba nuclear”. “Este análisis es coherente con las recientes declaraciones públicas de la propia Corea del Norte”, añadió, y aseguró que el gobierno estadounidense “continuaría” su “estrecha coordinación” con sus aliados.
Carrera armamentística
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará este mes a Japón y Corea del Sur, y Piongyang será uno de los temas que abordará durante su visita. Este último lanzamiento podría estar relacionado con la visita de Biden o con la toma de posesión el martes de Yoon, que ha prometido una línea dura con su vecino del norte.
Para Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, “en lugar de aceptar las invitaciones al diálogo, el régimen de Kim parece estar preparando el ensayo de una cabeza nuclear táctica”. Corea del Norte se autoimpuso una moratoria en los ensayos de armas nucleares y de largo alcance en medio de un acercamiento diplomático entre Kim y el entonces presidente estadounidense Donald Trump, que colapsó en el 2019 y está paralizado desde entonces.
Piongyang ha efectuado seis ensayos de armas nucleares desde el 2006. El último y más potente fue en el 2017 con una bomba de hidrógeno de 250 kilotones. “Un séptimo ensayo nuclear sería el primero desde setiembre de 2017 y alimentaría las tensiones en la península coreana, aumentando los peligros de error de cálculo y de comunicación entre el régimen de Kim y la administración entrante de Yoon”, señaló Easley.
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Corea del Sur tiene una mayor capacidad de armamento convencional que su vecino del norte y Yoon ha pedido que se desplieguen más medios militares estadounidenses. En el 2021, Seúl probó misiles supersónicos, lanzados desde un submarino. El miércoles, Piongyang disparó lo que Seúl y Tokio describieron como un misil balístico, pero los medios estatales de Corea del Norte, que suelen informar de las pruebas, no lo mencionaron.
Para Hong Min, investigador del Instituto Coreano para la Unificación Nacional, “el lanzamiento de hoy es similar al del misil balístico del miércoles”. “Parece que el Norte está realizando una serie de pruebas para lograr sus objetivos estratégicos”, señaló. Hasta ahora, las negociaciones para convencer a Kim Jong Un de que abandone las armas nucleares han sido infructuosas.
Durante cinco años, el presidente surcoreano Moon Jae-in llevó a cabo una política de diálogo con Pyongyang, pero según su sucesor, este enfoque “servil” fue un claro fracaso. Los analistas afirman que Kim Jong Un puede estar señalando con esta serie de pruebas que no está abierto al diálogo con el nuevo gobierno.