Piongyang. Corea del Norte probó un misil, al parecer de alcance intercontinental en una serie de tres disparos este miércoles, informó el Ejército surcoreano, tras la culminación del viaje del presidente de Estados Unidos a la región.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur indicó que se habían disparado al menos tres misiles desde la zona de Sunan, en la capital Piongyang, donde se han practicado gran parte de los últimos ensayos armamentísticos del país comunista.
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Corea del Norte también realizó una prueba de un “dispositivo de detonación nuclear”, aseguró Kim Tae-hyo, subdirector de la Oficina de Seguridad Nuclear de Corea del Sur. Estas pruebas militares se producen justo después de la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Corea del Sur y Japón, ensombrecido por la amenaza de un ensayo nuclear del régimen de Piongyang.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó junto a sus pares surcoreano y japonés “los lanzamientos de misiles balísticos de la RPDC como una clara violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, según el vocero del Departamento de Estado, Ned Price. Horas antes, Washington había pedido a Corea del Norte “abstenerse de nuevas provocaciones y a comprometerse en un diálogo sostenido y sustantivo”.
El nuevo presidente Yoon Suk-yeol afirmó que estos disparos de Piongyang, que se acercan a la veintena este año, son “una grave provocación que amenaza la paz en la península de Corea y en la comunidad internacional”. Tras esta nueva prueba, Corea del Sur y Estados Unidos dispararon “misiles tierra-tierra” en respuesta al “supuesto ICBM (misil balístico intercontinental) y a las provocaciones de misiles” de Corea del Norte, dijo el Ejército de Seúl.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur indicó en un comunicado que “había detectado sobre las 6:00 a.m., 6:37 a.m. y 6:42 a.m. (hora local) los disparos de misiles balísticos desde la zona de Sunan” hacia el mar de Japón, en su costa oriental.
“El primer misil balístico (un supuesto ICBM) tuvo un alcance de unos 360 kilómetros y una altitud de 540 kilómetros”, dijo. El segundo proyectil “desapareció a una altitud de 20 km” y el tercero viajó unos 760 km a una altitud de unos 60 km, añadió.
Estados Unidos ‘preparado’
Los disparos se suman a una serie récord de ensayos militares de Piongyang este año, que incluye el lanzamiento de un misil balístico intercontinental a pleno alcance por primera vez desde el 2017. Yoon, investido en el cargo este mes, ha abogado por endurecer la política hacia el vecino comunista del norte tras cinco años de diplomacia sin resultados de su predecesor Moon Jae-in.
Las pruebas del miércoles “claramente fueron programadas para el regreso de Biden después de su visita a Corea del Sur y Japón”, comentó Park Won-gon, profesor de la Universidad Ewha. Durante su estancia en Seúl, Biden y Yoon acordaron “entablar conversaciones con miras a ampliar el alcance y la escala de los ejercicios y entrenamientos militares conjuntos” ante la “amenaza que representa” Corea del Norte.
“Las objeciones de Corea del Norte a estos anuncios fue expresado mediante esos lanzamientos de misiles”, agregó el profesor Park. Antes de despedirse el domingo de la capital surcoreana con destino a Japón, de donde regresó el martes hacia Washington, Biden afirmó que Estados Unidos estaba “preparado para cualquier cosa que haga Corea del Norte”.
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Piongyang considera que los ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl son preparativos para una invasión al Norte. En los últimos meses, el dirigente norcoreano ha abogado en varias ocasiones por acelerar su programa para modernizar su ejército y su arsenal, que cuenta con armas nucleares.
A pesar del reciente brote de covid-19 en el empobrecido y aislado territorio, nuevas imágenes de satélite mostraban que Corea del Norte había reanudado la construcción de un reactor nuclear. Tanto Corea del Sur como Estados Unidos han advertido recientemente que el país comunista, sujeto a sanciones internacionales por su programa armamentístico y nuclear, preparaba un nuevo ensayo atómico.
Justo antes de la visita de Biden, Corea del Sur afirmó que los preparativos se habían completado y que Piongyang solo estaba esperando al momento idóneo para llevarlo a cabo. El ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Park Jin, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguraron que es “altamente lamentable” que Piongyang use sus recursos para el desarrollo armamentístico en vez de para tratar la pandemia y mejorar la vida de la población.