Estados Unidos es el principal apoyo militar, financiero y humanitario de Ucrania en su lucha contra Rusia. También algunos países vecinos de uno u otro beligerante también realizan un esfuerzo significativo, incluso en mayor medida que sus propios recursos disponibles.
El monto acumulado de la ayuda prometida a Ucrania por sus aliados, en lo esencial países de la OTAN y la Unión Europea (UE) alcanzaba 165.000 millones de euros (casi 180.000 millones de dólares) el 31 de mayo, 15 meses después del inicio de la invasión rusa, según un informe publicado el jueves, realizado a partir de anuncios públicos por el Instituto Kiel, con sede en Alemania.
Estas sumas incluyen partidas financieras, humanitarias y militares.
La mayor parte proviene de Estados Unidos (70.700 millones de euros), de las instituciones de la UE (35.060 millones de euros), el Reino Unido (10.740 millones), Alemania (10.680 millones) y Japón (6.620 millones).
Los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) realizan una contribución que parece anecdótica comparada con la de Estados Unidos 1.410 millones de euros, 65 veces inferior, aunque son los que hacen los mayores sacrificios para ayudar a Ucrania, que al igual que ellos fueron repúblicas soviéticas.
En un año, estos tres pequeños estados, independientes desde 1991, consagraron a la ayuda a Ucrania el 1,26% de su PIB en el caso de Estonia, 1,09% en el de Letonia y 0,95% en el de Lituania. En comparación, el esfuerzo estadounidense es tres veces inferior (0,33% del PIB).
La implicación de los bálticos junto a Ucrania se explica por “un verdadero miedo existencial” a una victoria rusa, explicó en marzo a esta agencia Jiri Priban, profesor de derecho en la Universidad de Cardiff.
De manera general, son lógicamente los países limítrofes de Ucrania o Rusia los que realizan los mayores esfuerzos. Polonia y Eslovaquia, que completan la lista de los cinco principales contribuyentes en proporción a su riqueza, consagran respectivamente el 0,68% y el 0,63% de su PIB a esa causa.
Esas cinco naciones brindan esencialmente una ayuda militar a Ucrania.
Polonia ha estado al frente con el suministro de cientos de tanques de la época soviética desde la primavera boreal de 2022 y, desde inicios de 2023 entrega, con la autorización de Alemania, modernos tanques Leopard 2.
Los países bálticos enviaron armas livianas, drones y obuses.
Disensos en algunos vecinos de Ucrania
No todos los países fronterizos de Ucrania son tan generosos. Hungría, por ejemplo, es uno de los que menos contribuye (0,03% de su PIB). Su primer ministro Victor Orban, que ha evitado siempre chocar con el presidente ruso, Vladimir Putin, critica las entregas de armas.
En Eslovaquia, el apoyo a Ucrania le vale al gobierno duras críticas del ex primer ministro populista Robert Pico, cuyo partido (Smer-SD) está bien posicionado para las elecciones legislativas de septiembre.
Entre los países más poblados de la UE, menos afectados geográficamente por el conflicto, Alemania realiza el principal esfuerzo relativo (0,27% del PIB), muy por delante de Italia (0,07%), España (0,06%) y Francia (0,05%).
Por último, Japón es el mayor donante externo a la UE y a la OTAN. Su contribución, de más de 6.000 millones de euros, equivalente al 0,15% de su PIB, es casi exclusivamente financiera.
Alemania y Polonia, abiertas a los refugiados
Entre los aliados de Ucrania, Alemania y Polonia son los que han recibido más refugiados de ese país (1,07 millones y 995.000 respectivamente hasta el 4 de julio). En un lejano tercer lugar se ubica República Checa (346.000), según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Sin embargo, en proporción a su población, Montenegro es el más hospitalario, ya que los cerca de 38.500 refugiados ucranianos recibidos en su territorio representan más del 6,1% de su población.
Detrás se ubican los países bálticos y otros cercanos geográficamente a Ucrania.
Los refugiados ucranianos representan más del 3% de las poblaciones de Estonia, Moldavia y República Checa y más del 2% en los casos de Lituania, Polonia, Bulgaria y Letonia.
En contraposición, Francia es el país de la UE que menor cantidad de refugiados ucranianos recibe respecto a su población (0,11%).
La recepción de estas personas provoca tensiones en muchos casos.
En Estonia, el partido de ultraderecha EKRE quedó en primer lugar en las elecciones legislativas de marzo, después de una campaña en la que reclamaba la “protección” de los trabajadores estonios frente a la llegada masiva de refugiados, principalmente, ucranianos.