Bruselas. La Unión Europea quiere convencer a China de no ayudar a Moscú a esquivar las sanciones occidentales en una cumbre este viernes en la que Pekín buscar relanzar su relación económica con una Europa debilitada por la guerra en Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, conversarán por videoconferencia con el primer ministro chino Li Keqiang y después con el presidente Xi Jinping.
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“El encuentro se concentrará en el rol que nosotros incitamos a China a jugar para ejercer toda la influencia y la presión necesaria sobre Rusia. No era el objetivo inicial de la cumbre, pero se ha convertido en él necesariamente”, indicó el martes el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
“En concreto, es esencial saber si China usa su influencia para establecer un alto el fuego o corredores humanitarios” o “si ayuda a Moscú a esquivar” las sanciones, añadió.
Hasta ahora, Pekín ha evitado condenar la invasión de Rusia y a principios de marzo manifestó su amistad “sólida como una roca” con Moscú.
Cálculo estratégico.
“Los europeos buscan influenciar en el cálculo estratégico de los dirigentes chinos, resaltando el coste económico que sufrirán en caso de apoyo concreto a Rusia”, estima Grzegorz Stec, del instituto alemán Merics.
“Las reacciones alambicadas de China son una forma de estar del lado ruso sin pagar el precio. Sin mayor presión, aportará más ayuda a Putin”, afirma el eurodiputado ecologista alemán Reinhard Bütikofer.
Pero la Unión Europea es prisionera de su fuerte interdependencia con Pekín: el bloque absorbe un 15% de las exportaciones del gigante asiático, que le suministra bienes manufacturados y componentes cruciales.
China también compra un 10% de las exportaciones de la UE, siendo un mercado clave, especialmente para la industria alemana.
Bajo el impulso de Berlín, la UE y China firmaron a finales de 2020 un ambicioso acuerdo de inversiones.
Pero su ratificación está congelada por las sanciones de la UE para castigar los trabajos forzados en la región china de Xinjiang, negadas por Pekín, y las represalias del régimen comunista contra parlamentarios e investigadores europeos.
Y a ello se ha unido recientemente el bloqueo de China a las importaciones de Lituania después de que este país báltico permitiera la apertura de una representación oficial de Taiwán en este país.
“El peligro es que China ‘sobrevenda’ su neutralidad para obtener concesiones, como la reanudación de las negociaciones sobre el acuerdo de inversiones”, advierte Valérie Niquet, de la Fundación para la Investigación Estratégica.
Una idea “ilusoria”
El miércoles, de visita en Pekín, el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov obtuvo una reafirmación de la amistad “ilimitada” de los dos países frente a Estados Unidos en nombre de un nuevo “orden mundial multipolar”, una visión que aviva la inquietud en Occidente ante la emergencia de un bloque “autoritario” hostil.
“La idea de desvincular China de Rusia es ilusoria: cuando la guerra en Ucrania se termine, la atención de Estados Unidos volverá prioritariamente y no con un espíritu amistoso a China, que por ello tiene interés en mantener su cooperación” con su vecino, opina Sylvie Bermann, exembajadora francesa en Moscú y Pekín.
China no es el único país de peso internacional que no condena a Moscú. Tampoco lo hacen India, Sudáfrica, Pakistán o Brasil.
Para Pekín, los europeos se han dejado arrastrar a un conflicto instigado por Washington que ha demostrado los puntos débiles de Occidente.
Ultradependiente del gas ruso, “Europa se puede haber disparado un tiro en el pie al unirse a las sanciones estadounidenses”, advierte el diario nacionalista chino Global Times, que rechaza vincular las relaciones Bruselas-Pekín con la crisis entre los europeos y Moscú por Ucrania.
Preguntado el miércoles sobre la cumbre, el portavoz de la diplomacia china Wang Wenbin deseó “un desarrollo sostenido y sano de las relaciones China-UE para inyectar estabilidad y energía positiva en una situación mundial compleja y turbulenta”.