Managua. AfP. El alto mando de la Fuerza Aérea de Nicaragua –salvo uno de sus miembros– pereció al desplomarse el jueves un helicóptero MI-17 en el lago de Managua, informaron fuentes oficiales.
Soldados, medios navales y buzos del Ejército de Nicaragua buscaban ayer los cuerpos de los oficiales y tropas que murieron en el accidente, en el noroeste del país.
La búsqueda se concentra en el lago, que bordea a los departamentos de Managua y León (noroeste) a lo largo de 1.049 km cuadrados, donde las autoridades afirman que cayó el jueves el helicóptero MI-17 con 10 militares a bordo.
Después de una “intensa búsqueda, comenzamos a encontrar restos humanos, lo que indica que fue un accidente fatal, de gran impacto”, afirmó, en rueda de prensa, el jefe de la Fuerza Aérea, general de brigada Spiro Bassi, el único alto mando que no iba en la nave.
Alto mando a bordo. En el accidente murieron los siete miembros del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, incluido su jefe Manuel López –piloto experimentado – y tres militares de menor rango.
El aparato, de fabricación rusa, se desplomó frente a las costas de la playa Argentina, departamento de León, según reportes oficiales.
Había partido de la base militar Papalonal, sita a orillas de la franja noroeste del lago.
El portavoz del Ejército, coronel Orlando Palacios, expresó el jueves que perdieron contacto con la tripulación poco después de que el piloto de la aeronave comunicó al puesto de mando de la Fuerza Aérea de Managua que realizaría un aterrizaje de emergencia.
El único cuerpo rescatado completo es el del coronel Mario Jirón, jefe de reparaciones y mantenimiento aéreo.
Una brigada de médicos forenses ayudará a identificar el cuerpo de los otros militares que quedaron destrozados, producto de la explosión y el impacto que sufrió la aeronave al caer por causas aún desconocidas, puntualizó Bassi.