Brasilia
La Policía brasileña arrestó el miércoles al exdiputado ultraconservador Eduardo Cunha, cerebro del impeachment (juicio político) contra Dilma Rousseff, involucrado en el gran escándalo de corrupción en Petrobras que también tiene en la mira al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La detención de Cunha, quien como presidente de la Cámara de Diputados llegó a ser segundo en la línea de sucesión presidencial, la solicitó la Procuraduría ante el riesgo de fuga o de que intentara obstaculizar las investigaciones de los varios procesos en su contra.
"La libertad del exparlamentario representaba un riesgo para la instrucción del proceso, el orden público y también existía la posibilidad concreta de fuga en virtud de la disponibilidad de recursos ocultos en el exterior", señaló la Procuraduría en un comunicado.
Cunha, de 58 años, fue detenido en Brasilia y trasladado a Curitiba, donde quedó a disposición del juez Sergio Moro, a cargo de las causas que investigan a sospechosos sin fueros privilegiados.
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Hasta hace poco amo de la agenda política de Brasil, este economista y militante evangélico fue destituido el mes pasado por ocultar cuentas bancarias en Suiza, en otra página de la larga crisis política que golpea al país.
Moro ordenó su captura por un caso que investiga si recibió $1,5 millones desviados de Petrobras por una compra de derechos para explorar un campo petrolero en la República de Benin, África, que costó $34,5 millones y fue infructuosa.
Los investigadores sostienen que Cunha incurrió en delitos contra el Estado y que lavó dinero "en forma reiterada, profesional y sofisticada, con uso de la extorsión y de cuentas secretas en el exterior para ocultar y disimular el producto de sus crímenes".
Cunha calificó su detención de "absurda", en un comunicado que difundió en redes sociales.
Para la Justicia, Cunha daba apoyo político al exdirector del área internacional de Petrobras Jorge Zelada a cambio de sobornos que usaba para mantener un nivel de vida desproporcionadamente alto para sus ingresos.
"Los sobornos habrían sido destinados a cuentas en el exterior, a firmas offshore que alimentaban tarjetas de crédito internacionales usadas por el exparlamentario y sus familiares para costear viajes, alojamientos y compras de artículos de lujo en el exterior", señala el escrito.
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Parte de esas adquisiciones fueron realizadas con una tarjeta "directamente vinculada a Claudia Cordeiro Cruz", su esposa. También su hija Danielle está salpicada por el escándalo.
Declive
El veloz derrumbe de Cunha llegó de la mano de la Operación Lava Jato (lavadero de autos), una pesquisa que reveló un esquema de sobornos empresariales a directivos de Petrobras designados por partidos políticos para manipular licitaciones, sobrefacturar obras y distribuir el excedente para enriquecerse.
Según los investigadores, el perjuicio ocasionado puede ascender a $12.000 millones.
El exjefe del Congreso tiene al menos otros seis procesos judiciales abiertos, que incluyen acusaciones de abuso de poder y de maniobrar para obstaculizar a la Justicia. Por uno de ellos, la Procuraduría le exigió que restituya al Estado $80 millones.