Jerusalén. Un cohete fue disparado el lunes contra el territorio de Israel, el primero en meses, después de semanas marcadas por atentados, operaciones en Cisjordania y los enfrentamientos del pasado fin de semana en Jerusalén.
La alarma saltó el lunes por la noche en el sur de Israel cuando un cohete fue lanzado desde la Franja de Gaza, el primero desde principios de enero. “Un cohete fue disparado desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí y fue interceptado por el sistema de defensa Cúpula de Hierro”, afirmó el Ejército israelí en un comunicado.
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El lanzamiento no fue reivindicado pero se produce tras una serie de atentados en Israel —dos de ellos perpetrados por palestinos en Tel Aviv—, operaciones “antiterroristas” en la Cisjordania ocupada y un fin de semana de tensión en los lugares sagrados de Jerusalén. Esos atentados dejaron 14 muertos desde el 22 de marzo en Israel, al tiempo que 22 palestinos, incluidos los atacantes, murieron en incidentes u operaciones israelíes en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
En Jerusalén, más de 150 palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas israelíes el viernes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del Islam y también considerado el primer lugar sagrado del judaísmo (bajo el nombre de Monte del Templo).
El domingo estallaron nuevos enfrentamientos en este lugar sagrado y sus alrededores, que algunos judíos habían visitado, lo que fue considerado una afrenta por algunos musulmanes. Y ese mismo día se detuvo a jóvenes palestinos tras lanzar piedras contra autobuses civiles israelíes cerca del lugar.
Temor a una escalada
El año pasado, los enfrentamientos en Jerusalén en la misma época del año llevaron a Hamás a lanzar salvas de cohetes desde Gaza hacia Israel, que respondió bombardeando el territorio palestino de 2,3 millones de habitantes, lo que provocó una guerra de 11 días.
Según fuentes de seguridad y analistas israelíes Hamás —que aprobó los recientes atentados en Israel— no quiere ahora una guerra. En primer lugar porque las capacidades militares del movimiento islamista se vieron afectadas por la guerra de mayo del 2021.
Y en segundo lugar, porque en caso de conflicto, el nuevo gobierno israelí se arriesga a suspender los miles de permisos de trabajo concedidos en los últimos meses a los trabajadores de Gaza, un territorio bajo bloqueo con una tasa de desempleo local cercana al 50%.
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La Yihad Islámica, el principal grupo islamista armado palestino después de Hamás, pero que a diferencia de éste no administra la Franja de Gaza, amenazó el lunes con una nueva escalada militar. “No podemos seguir guardando silencio sobre lo que está ocurriendo en Jerusalén y en la Cisjordania ocupada”, manifestó Ziad Al Nakhalé, jefe de la Yihad Islámica, cuyo movimiento tiene miles de combatientes y cohetes en Gaza, según la inteligencia israelí.
Los recientes incidentes en la Explanada de las Mezquitas también han enfriado las relaciones entre Israel y Jordania, que convocó el lunes al encargado de negocios israelí y le entregó una carta de protesta exigiendo el fin de las “violaciones ilegales y provocadoras de Israel” . Jordania, vinculada a Israel por un tratado de paz desde 1994, administra la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentran la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, pero el acceso a este lugar está controlado por Israel.