Dubái y Washington. Dos buques cisterna que navegaban en el golfo de Omán, frente a la costa de Irán, tuvieron que ser evacuados este jueves al incendiarse como consecuencia de un ataque de origen indeterminado que disparó los precios del petróleo en los mercados internacionales.
El incidente es el segundo de este tipo en pocas semanas en esta zona estratégica y coincide con las tensiones crecientes entre Irán y Estados Unidos, que ya acusó a Teherán de ser responsable de los primeros incidentes, ocurridos en mayo.
Estados Unidos responsabilizó casi de inmediato a Irán por el hecho. “La evaluación de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques”, afirmó el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El Consejo de Seguridad de la ONU inició una reunión a puertas cerradas este mismo jueves por pedido de Estados Unidos para discutir sobre los ataques.
La televisión iraní mostró imágenes espectaculares de llamas y columnas de humo saliendo de unos de los buques.
Irán informó de que su Marina rescató a 44 personas después de que los petroleros se incendiaron por un “accidente”. Sin embargo la Quinta Flota estadounidense habló de un “presunto ataque” y dijo haber recibido señales de socorro de los dos navíos.
Por su parte, la autoridad marítima de Noruega informó de que ocurrieron tres explosiones a bordo del barco noruego Front Altair, que fue atacado junto al Kokuka Courageous, propiedad de Singapur.
Según los medios estatales iraníes, el primer incidente ocurrió a bordo del Front Altair a las 4:20 GMT (10:20 p. m. del miércoles en Costa Rica) en un punto situado a 25 millas náuticas (46 kilómetros) de Bandar-e Jask, una localidad portuaria del sur de Irán.
La embarcación llevaba un cargamento de etanol de Catar a Taiwán, según la agencia oficial IRNA.
“Cuando el barco se incendió, 23 tripulantes saltaron al agua y fueron rescatados por un barco cercano y entregados a una unidad de rescate iraní”, indicó.
“Una hora después del primer accidente, otro barco se incendió a 28 millas náuticas (51,8 kilómetros) del puerto”, añadió la agencia.
“Puedo confirmar que el buque no se hundió” indicó Robert Hvide Macleo, el director ejecutivo de Frontline, la compañía propietaria del buque, en un mensaje de texto enviado a la AFP.
El Kokuka Courageous, con bandera panameña, viajaba desde Arabia Saudí rumbo a Singapur con un cargamento de metanol. Veintiún tripulantes saltaron al agua y fueron rescatados, indicó IRNA.
La compañía de Singapur BSM Ship Management, propietaria del Kokuka Courageous, indicó que activó “una repuesta de emergencia total tras el incidente de seguridad”.
“Los 21 miembros de la tripulación abandonaron el barco tras el incidente que provocó daños en el casco por el lado de estribor”, añadió."Un tripulante del Kokuka Courageous resultó levemente herido en el incidente y está recibiendo primeros auxilios", dijo.
El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Hiroshige Seko, declaró en Tokio que “un buque que transportaba mercancías relacionadas con Japón fue atacado”.
El incidente coincidió con la presencia, este jueves, en Irán del primer ministro japonés, Shinzo Abe, que mantuvo una reunión inédita con el guía supremo, Alí Jamenei.
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, consideró sospechosa la coincidencia entre los “ataques” y la visita de Abe.
Irán indicó haber enviado un helicóptero desde Bandar-e Jask a los navíos para “seguir investigando” el caso.
EE. UU. acusa a Irán
Para Washington, Teherán está detrás de este nuevo ataque a embarcaciones en aguas de Oriente Medio.
En apoyo a esta acusación, Pompeo citó el trabajo de los servicios de “inteligencia, las armas utilizadas, el nivel de experiencia que se necesita para ejecutar la operación, los recientes ataques iraníes similares en el transporte marítimo” y el hecho de que ningún grupo aliado de Irán que opera en el área “tiene los recursos y la capacidad para actuar con tal grado de sofisticación”.
El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que esto “representa una clara amenaza para la paz y la seguridad internacionales, un ataque flagrante contra la libertad de navegación, y una escalada inaceptable de las tensiones entre Estados Unidos e Irán”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó los “incidentes de seguridad” y advirtió de que el mundo no puede permitir una confrontación en el golfo Pérsico.
En el Consejo de Seguridad, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, denunció “una evolución peligrosa” en Oriente Medio, en tanto la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió “máxima moderación” para evitar cualquier “provocación” en la región.
En tanto, los precios del petróleo se dispararon cuando un servicio de información marítima británico, Operaciones Marítimas Comerciales del Reino Unido (UKMTO, por sus siglas en inglés), anunció en incidente en su web.
El barril de referencia en Estados Unidos, el WTI para entrega en julio, subió $1,14, un 2,2%, para acabar en $52,28, mientras que en Londres, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto ganó $1,34, un 2,2%.
“La tendencia era más bien a la baja, ya que los inversores se concentraban más en la debilidad de la demanda que en las tensiones geopolíticas”, explicó Geordie Wilkes, analista de Sucden, quien mencionó, por ejemplo, el alza de las reservas estadounidenses estas últimas semanas.
Wilkes recordó que “las tensiones entre Irán y Estados Unidos habían empujado los precios al alza en los últimos 12 meses”.