El Gobierno del recién estrenado presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de 36 años, y los grupos criminales se enfrentan en una lucha armada que sumerge al país en una crisis de inseguridad.
El joven mandatario busca desarticular las bandas del crimen organizado, que son dirigidas desde los centros penales, pero, las pandillas le exigen no intervenir las cárceles y los puertos del país. Aunque parezca irreal.
Por esa razón, el narcotráfico respondió con una violenta arremetida sembrando el pánico en la población para establecer una retórica de que pueden arrodillar al Estado.
“Es horrible, tengo miedo”, dijeron tres periodistas consultados por este medio de comunicación. Un costarricense radicado en Guayaquil, expresa lo mismo.
Patricio Haro, coronel en retiro del Ejército de Ecuador, dijo a La Nación que el objetivo de las bandas criminales es arrodillar el Estado sembrando el terror en la población y así mantener el statu quo criminal en las cárceles.
“Cuando se toma un canal de televisión, cuando hay funcionarios privados de libertad y detonaciones en ciudades, lo que buscan es sembrar el pánico y reflejar un mensaje de que ellos pueden controlar las cosas. Estas acciones que nunca habíamos visto, como el secuestro de guardias penitenciarios y la privación de funcionarios de un canal de televisión es una manera directa de colocar esa retórica en la población”, mencionó Haro.
‘Guerra quiere, guerra va a tener’
El detonante del caos fue el operativo policial que comenzó el lunes anterior cuando las fuerzas armadas intervinieron la cárcel Regional de Guayaquil para confirmar si Adolfo Macías, alias Fito, se mantenía encarcelado. Tras horas de operación, no se logró dar con el paradero del hombre más peligroso de Ecuador.
Fito, de 44 años y líder de la banda más peligrosa de esa nación suramericana, Los Choneros, cumplía desde el 2011 una condena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
La fuga del capo y la ola criminal provocó que Noboa dictara, la tarde de este lunes, un estado de excepción por 60 días (hasta el 8 de marzo), prorrogable por 30 días más en caso de ser necesario. Entre las medidas, se suspendió el derecho de libertad de reunión en el país y en las prisiones. Y, tras la toma del canal de televisión en Guayaquil, el mandatario declaró “el conflicto armado interno” contra al menos 21 bandas del crimen organizado.
Esta medida, ahora tan común en los países latinoamericanos, prendió la mecha de una bomba que explotó imponiendo el caos en el país.
“Guerra quiere, guerra va a tener”, fue el mensaje que los delincuentes hicieron público por medio de un video grabado y difundido desde prisión.
Fernando Carrión, del departamento de Estudios Políticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en Ecuador, dijo a La Nación que las dos principales bandas del país buscan impedir que sus líderes sigan en prisión o que sean capturados.
El 5 de enero fue detenido Fabricio Colón Pico, líder de los Lobos, la segunda banda criminal en el país, y con los motines en las cárceles, de este lunes y martes, también se fugó.
Colón amenazó de muerte a la fiscal general, Diana Salazar, semanas atrás.
“Los hechos de violencia que estamos viviendo tienen que ver con estos dos hechos. Los Lobos retan a las autoridades y Los Choneros generan todo este movimiento para que su líder no sea capturado. Además, hay una decisión del gobierno para reubicar a los presos en las cárceles y eso a las estructuras criminales no les conviene, porque les generaría una desorganización de sus actividades criminales en las prisiones y fuera de ellas”, explicó Carrión.
“Resumir el tema es complicado porque lo que está pasando es parte de una historia que quizás empezó en el 2014. Muchos acontecimientos hicieron que Ecuador sea uno de los países más peligrosos de Latinoamérica. La tasa de homicidios va a llegar a 45 por cada 100.000 personas; eso es un escándalo”.
“En el 2017, se tenían datos de cinco homicidios por 100.000 habitantes y en el 2023, esa cifra subió a 46 por 100.000. Es decir, en promedio se asesinaron 21 personas por día el año pasado y en lo que llevamos del 2024, hasta el dia 8 de enero, ese promedio subió a 28″.
Justo el 8 de enero, en medio de los motines carcelarios en varias penitenciarías, Colón Pico difundió un video grabado en la cárcel de Riobamba. En esta grabación responsabilizó por su vida a Salazar y al presidente Noboa, ya que temía que lo trasladaran a la cárcel de máxima seguridad La Roca.
Daniel Pontón, especialista en crimen organizado, dijo a este diario que todo lo sucedido prueba, una vez más, que estas estructuras están dominando las esferas políticas.
“Las fugas evidencian hasta dónde están tomando decisiones estas estructuras criminales. Las fugas son sorprendentes, casi mágicas, lo que demuestra hasta dónde están tomadas las estructuras. El presidente es nuevo, joven, con inexperiencia, y quiere tomar al toro por los cuernos apuntando a un objetivo claro, pero tiene al frente estructuras muy bien orquestadas.
”Primero, fue el estado de excepción y, por primera vez en años, se declara un conflicto armado. Ya no solo está en juego el Estado, está en juego la vida de las personas, sus cosas materiales y la democracia”, explicó Pontón.