Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso fin este jueves al apoyo a la coalición encabezada por Arabia Saudí en la guerra en Yemen y congeló el retiro de tropas de Alemania, en tanto que afirmó que Washington no va a “someterse” más a Rusia, en una ruptura con la diplomacia de Donald Trump.
Luego de dos semanas en el poder, Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris se desplazaron hasta el Departamento de Estado para mostrar que el gobierno considera la diplomacia como una prioridad y para elaborar en un discurso los ejes de su política exterior.
El fin del respaldo de Estados Unidos a la coalición militar liderada por Arabia Saudí que lucha en Yemen contra los rebeldes hutíes revierte la política de Trump de brindar asistencia logística y vender enormes cantidades de armamento.
"Esta guerra debe acabar", dijo Biden. "Para subrayar nuestro compromiso, estamos terminando todo apoyo estadounidense a las operaciones ofensivas en la guerra en Yemen, incluyendo la venta de armas".
Ese conflicto comenzó en el 2014 cuando los rebeldes hutíes -alineados con Irán- se levantaron contra el gobierno, lo dio pie a un enfrentamiento armado que derivó en la peor crisis humanitaria que vive el mundo.
Esta promesa de campaña de Biden es parte de una revisión más amplia de la política estadounidense en Oriente Medio.
Los hutíes celebraron este cambio, que fue anunciado más temprano por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y afirmaron que esperan que sea “el primer paso de una decisión para poner fin a la guerra”.
El plan revisará también la inclusión de los hutíes en la lista negra de “organizaciones terroristas” de Estados Unidos, otra medida tomada in extremis por el gobierno de Trump, pero criticada ampliamente por amenazar la entrega de ayuda humanitaria a Yemen.
Regreso de la diplomacia
En su discurso de prioridades estratégicas Biden expresó que “Estados Unidos ya no puede permitirse estar ausente en el concierto mundial”.
"Estados Unidos está de vuelta. La diplomacia está de vuelta", afirmó el mandatario demócrata.
Cumpliendo con otra promesa de campaña, anunció que la cuota anual de refugiados admitidos bajo el programa de reasentamiento pasará de 15.000 a 125.000.
Biden prometió además va a contrarrestar el “autoritarismo” tanto de China como de Rusia.
“Le dejé claro al presidente (Vladimir) Putin, de una manera muy diferente a mi antecesor, que la época en que Estados Unidos se sometió a los actos agresivos de Rusia (...) se acabó”, agregó.
Washington -que culpa al Kremlin por un ataque cibernético masivo y lo acusa de intromisión en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016- ha endurecido rápidamente su postura hacia Moscú.
Estados Unidos también denunció el arresto de Alexéi Navalni, uno de los pocos opositores que se enfrentan al presidente ruso, y Biden manifestó este jueves que debe ser liberado de forma “inmediata”.
En otra reversión de los programas de su predecesor, Biden confirmó que “congelará” el plan iniciado por Trump para reducir la presencia de tropas estadounidenses en Alemania, piedra angular de la seguridad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde el comienzo de la Guerra Fría, como parte de “una revisión global de la situación” de las fuerzas desplegadas en el mundo.
Trump informó en junio de que quería reducir en gran medida el número de militares estacionados en Alemania, de unos 35.000 a unos 25.000. Esa decisión fue vinculada a su tensa relación con Berlín y la Unión Europea por cuestiones comerciales, pero generó preocupaciones de que estaba debilitando la seguridad de los países occidentales frente a una Rusia en resurgimiento.