Washington. Estados Unidos cree que Ucrania puede ganar la guerra contra Rusia si cuenta con el “equipamiento adecuado”, dijo el lunes el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, tras un histórico viaje a Kiev junto con el secretario de Estado Antony Blinken.
El viaje de los altos cargos del gabinete del presidente Joe Biden coincide con el inicio del tercer mes de la guerra, que dejó miles de muertos y millones de desplazados. “La primera cosa para ganar es creer que se puede ganar. Y ellos están convencidos que pueden ganar”, dijo Austin a periodistas después de que él y Blinken se reunieran con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
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“Pueden ganar si tienen buenos equipamientos, el apoyo adecuado”, destacó. Austin agregó que Estados Unidos espera que la capacidad militar de Rusia quede debilitada: “Queremos ver a Rusia debilitada al punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania”.
Durante meses, Zelenski ha pedido a los países occidentales armas pesadas —incluyendo artillería y aviones de combate—, asegurando que las fuerzas ucranianas podrían cambiar el rumbo de la guerra con más potencia de fuego. Los llamamientos parecen tener eco. Varios países de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) se comprometieron en los últimos días a proporcionar armas pesadas y equipos a Ucrania, pese a la protesta de Moscú.
Estados Unidos es un importante donante financiero y militar para Ucrania, y un patrocinador clave de las sanciones contra Rusia, pero no había enviado altos cargos a Kiev, mientras varios gobernantes europeos sí viajaron para expresar su respaldo.
Austin y Blinken, quienes regresaron el lunes por la mañana a territorio polaco, anunciaron en concreto que los diplomáticos estadounidenses iniciarán esta semana un regreso gradual a Ucrania y el envío de $700 millones en ayuda militar adicional.
Blinken dijo que Biden tiene previsto designar en los próximos días a la actual embajadora de su país en Eslovaquia, Bridget Brink, como nueva jefa diplomática en Kiev, un cargo vacante desde el 2019. Aunque varios países europeos ya reabrieron sus embajadas en Kiev, el regreso de los diplomáticos estadounidenses será gradual, según un funcionario del departamento de Estado.
La visita de los dos altos funcionarios estadounidenses ocurrió mientras los combates han seguido causando estragos en Ucrania, ensombreciendo las celebraciones de Pascua en este país mayoritariamente ortodoxo. Por su parte, Zelenski acusó a Rusia de ser un Estado terrorista que devastó la ciudad portuaria de Mariúpol (sureste) con semanas de bombardeo sin tregua.
Con miles de personas en condiciones cada vez más precarias, Kiev invitó a Moscú a conversar cerca de la planta de acero Azovstal, donde se refugian soldados y civiles ucranianos en Mariúpol. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que ordenó a sus fuerzas no atacar el complejo industrial, pero los ucranianos aseguran que las hostilidades continuaron sin tregua. Este lunes, Rusia anunció un alto el fuego para evacuar a los civiles de Azovstal.
Las fuerzas rusas y sus aliados separatistas prorrusos de Ucrania se comprometen a “cesar de manera unilateral las hostilidades a las 2 p. m. hora de Moscú, retirar las unidades a una distancia segura y garantizar la partida” de los civiles “en la dirección que elijan”, declaró el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
La oferta rusa llegó luego de que el coordinador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la crisis ucraniana, Amin Awad, puso el domingo un “fin inmediato” de los combates en Mariúpol para permitir la salida de los civiles. “Las vidas de decenas de miles, incluyendo mujeres, niños y ancianos, están en juego en Mariúpol”, dijo Awad en un comunicado. Necesitamos una pausa en los combates para salvar vidas”, agregó.
Mariúpol, que el Kremlin aseguró haber “liberado”, es clave para los planes rusos de abrir un puente terrestre hacia Crimea, bajo ocupación rusa. Esta semana, un alto cargo militar ruso dijo que la meta de Moscú es tomar control total de la región oriental de Donbás y el sur de Ucrania.
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Los rusos no dieron muestras de atenuar sus ataques en otras zonas de Ucrania. Cinco civiles murieron y otros cinco fueron heridos el domingo en Donetsk, dijo el gobernador de la asediada región oriental, Pavlo Kirilenko. Las autoridades reportaron un muerto más en Járkov, en el noreste.
Un día antes, un ataque de misiles en el puerto de Odesa dejó ocho muertos y al menos 18 heridos, según Zelenski, quien dijo que cinco misiles cayeron en la ciudad histórica. El presidente aseguró que había una bebé entre los muertos. El ministerio ruso de Defensa señaló de su lado que el ataque apuntó a un depósito de armas extranjeras cerca de Odesa, una ciudad que gozó de cierta calma desde el inicio de la guerra.
Este lunes, las autoridades rusas informaron de un incendio de origen no determinado en un depósito de combustible en la región de Briansk, una ciudad a 150 kilómetros de la frontera ucraniana que sirve de base logística para las fuerzas rusas.
Rusia también dijo que derribó dos drones ucranianos en el distrito de Rylsk fronterizo con Ucrania, a 200 kilómetros de Briansk. Sin embargo, ningún elemento permitía en lo inmediato establecer un vínculo entre estos dos incidentes.
Más de cinco millones de ucranianos huyeron de su país, mientras otros fueron desplazados internamente desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, según las autoridades. En este contexto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visitará el lunes Turquía, país que está intentando mediar en el conflicto, antes de ir a Moscú y luego a Kiev el martes.
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