Washington. Estados Unidos rebajó este viernes la tensión con China respecto a Taiwán al asegurar que su posición sobre la isla no sufrió modificaciones, a pesar de haber afirmado la víspera que la defendería en caso de agresión de Pekín. Interrogado el jueves sobre la posibilidad de una intervención militar estadounidense para socorrer a Taiwán, el presidente demócrata respondió de manera afirmativa.
“Sí. Estamos comprometidos a ello”, declaró Biden a la cadena CNN en un encuentro con sus electores en Baltimore. Los comentarios del jueves del presidente iban a contramano de la antigua política estadounidense de “ambigüedad estratégica”, por la cual Washington ayudaba a Taiwán a construir su defensa pero sin comprometerse a salir en respaldo de la isla.
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China instó este viernes a Biden a actuar con “prudencia” tras sus declaraciones del jueves. Unas horas después, Washington rectificó y aseguró que su política hacia Taiwán no sufrió modificaciones.
“El presidente no estaba anunciando ningún cambio en nuestra política y no hay ningún cambio en nuestra política”, afirmó el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, reiterando un comentario anterior de la Casa Blanca. “Mantendremos nuestros compromisos, seguiremos apoyando la autodefensa de Taiwán y seguiremos oponiéndonos a cualquier cambio unilateral del statu quo”, aseguró Price a periodistas. En la actualidad, Taiwán goza de un sistema político democrático.
Este pequeño territorio insular está dirigido desde 1945 por un régimen que se instaló tras la victoria de los comunistas en China continental en 1949, después de la guerra civil del país asiático. La “República Popular China”, con sede en Pekín y dirigida por el Partido Comunista, considera la isla como una pequeña parte de su territorio.
Las autoridades chinas amenazan con usar la fuerza en caso de que Taipéi declare formalmente su independencia. El secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, evitó este viernes responder si Estados Unidos apoyará a Taiwán en el caso de una hipotética intervención militar del gigante asiático.
“No me pronunciaré sobre ninguna hipótesis” con respecto a la isla, declaró a la prensa, aunque afirmó que “seguiremos ayudando a Taiwán con las competencias que necesite para defenderse”.
‘Señales equivocadas’
Interpelada este viernes sobre las declaraciones de Biden, China pidió al presidente estadounidense que “no interfiera” en sus “asuntos internos”. “Sobre las cuestiones relacionadas con sus intereses fundamentales, como su soberanía y su integridad territorial, China no deja lugar para el compromiso”, dijo ante la prensa Wang Wenbin, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
“Instamos a la parte estadounidense (...) a actuar con prudencia sobre el tema de Taiwán y a abstenerse de enviar señales equivocadas a los activistas independentistas taiwaneses para no dañar seriamente las relaciones chino-estadounidenses”, prosiguió el vocero.
“Sospecho que Biden no buscaba anunciar ningún cambio”, declaró a la AFP Richard McGregor, investigador del centro de estudios australiano Lowy Institute. “O no le importaba lo que estaba diciendo o tal vez estaba decidido a adoptar deliberadamente un tono más duro, debido a cómo Pekín ha intensificado su acoso militar a Taiwán en los últimos tiempos”, agregó.
Biden hizo en agosto una promesa similar cuando declaró que Estados Unidos asumió el “sagrado compromiso” de defender a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Canadá y Europa y “es lo mismo con Japón, con Corea del Sur, con Taiwán”.
Incursiones
Cuando se le preguntó si Estados Unidos podría hacer frente al desarrollo de programas militares en China, Biden también contestó afirmativamente. “China, Rusia y el resto del mundo saben que disponemos de la capacidad militar más poderosa del mundo”, aseveró el mandatario.
Con todo, Biden reiteró su deseo de no participar en una nueva guerra fría con China. China y Estados Unidos chocan frontalmente en muchos temas, pero la cuestión taiwanesa se considera a menudo el único problema que probablemente provocaría una confrontación armada.
El próximo embajador en la capital china, Nicholas Burns, señaló el miércoles que no era conveniente confiar en China en la cuestión de Taiwán y recomendó vender más armas a esta pequeña isla para fortalecer su defensa. El diplomático, que se expresó ante la comisión de Relaciones Exteriores del Senado —que debe confirmar su nombramiento—, también denunció las recientes incursiones de aviones chinos en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), calificándolas de “reprensibles”.
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