Bagdad. AFP. El Ejército iraquí lanzó ayer un asalto para arrebatar a los insurgentes sunitas la ciudad de Tikrit, con bombardeos dentro de la ciudad e intensos choques terrestres en los alrededores.
Irak coordina con Estados Unidos sus esfuerzos para luchar contra el fulgurante avance de los insurgentes sunitas liderados por los yihadistas ultrarradicales del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) , según un alto funcionario militar iraquí.
Estados Unidos ha desplegado drones en los cielos de Bagdad para dar protección a sus consejeros militares y diplomáticos.
El gran ayatolá Alí al Sistani , la mayor autoridad religiosa chiita de Irak, llamó a los dirigentes a unirse para formar un gobierno de unidad con el objetivo de hacer frente a la ofensiva yihadista.
Varios responsables extranjeros han insistido también en la necesidad de acompañar la acción militar con una solución política a la crisis que enfrenta a las comunidades sunitas, chiitas y kurdas.
A 160 km al norte de Bagdad, miles de soldados, apoyados por la aviación, lanzaron la ofensiva para recuperar Tikrit, la ciudad del derrocado dictador Sadam Husein, que había sido tomada el 11 de junio por los insurgentes.
“Hoy ha empezado una amplia operación militar para desalojar al EIIL de Tikrit”, declaró Sabah Fatlawi, quien aseguró que “los combatientes del EIIL no tienen alternativa: huir o morir”.
El jueves, el Ejército retomó la universidad de la ciudad, en la carretera que lleva a Baiji, la principal refinería de petróleo del país, actualmente parada.
La aviación bombardeó posiciones de los insurgentes en la ciudad y controla ahora la carretera que une Bagdad a Samarra, al sur de Tikrit, según el general Qassem Atta, consejero de Maliki.
Irak coordina con Estados Unidos “en el terreno para estudiar los blancos importantes”, añadió en declaraciones a la televisión, sin dar más detalles.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad iraquíes perdieron el sábado a 20 de sus miembros en el suroeste de Bagdad, en enfrentamientos con los yihadistas. Las fuentes oficiales informaron además de 53 bajas en las filas insurgentes.
Para apoyar a su Ejército, Irak reclama desde hace semanas ataques aéreos estadounidenses contra los insurgentes, pero Estados Unidos de momento solo ha enviado a 300 consejeros militares y anunciado un plan de $500 millones para armar y entrenar a los rebeldes moderados en la vecina Siria para que participen en la lucha en Irak contra el EIIL.
En Siria, el EIIL concentra las enemistades de la rebelión en su conjunto y los combates entre estos antiguos aliados han dejado miles de muertos desde enero.
En un nuevo episodio de estos enfrentamientos fratricidas, los rebeldes islámicos y la rama de al- Qaeda lanzaron un ataque contra el EIIL para expulsarlos de Bukamal, principal localidad siria en la frontera con Irak.
Aviones sin pilotos estadounidenses armados de misiles sobrevuelan Bagdad, pero únicamente para “proteger” a los consejeros militares y diplomáticos estadounidenses presentes, según indicó a la AFP un diplomático estadounidense.
Pero Maliki emitió un comunicado en su página en Internet en el que afirma que Bagdad está “a salvo” de un asalto de los insurgentes.
El primer ministro parece haber cedido a los llamamientos de la comunidad internacional al declarar querer buscar una solución política para salir de la crisis.
El Parlamento salido de las urnas en las elecciones de abril se reúne el martes para poner en marcha el proceso de formación de un gobierno.
En visita a Damasco, el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Ryabkov, afirmó que Rusia no se quedará con “los brazos cruzados” frente a la ofensiva de los yihadistas en Irak, al tiempo que insistió que tanto en Irak como en Siria, la solución pasa por un “verdadero diálogo nacional”.
Las agencias internacionales lanzaron por su parte un mensaje de alerta sobre las consecuencias humanitarias del conflicto, que llevó a 1,2 millón de iraquíes a huir de su hogar desde principios de año.