Apatzingán, México. AP y AFP. El Gobierno de México anunció ayer que sus fuerzas federales tomarán el control de la seguridad pública en el estado de Michoacán, una región en el centro del país donde cientos de civiles armados, llamados “autodefensas” , combaten contra narcotraficantes.
“A los grupos de autodefensa se les emplaza a que regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades habituales. La seguridad de sus comunidades estará plenamente a cargo de las instituciones”, dijo el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tras una reunión en la ciudad de Morelia, capital de Michoacán .
Las labores de seguridad pública en comunidades del país normalmente están cargo de policías estatales y municipales.
Los civiles, armados con fusiles, vigilaban ayer la pequeña localidad de Nueva Italia para resistir una posible contraofensiva de los narcotraficantes a quienes expulsaron a sangre y fuego el domingo.
Los autodefensas arrancaron ese feudo al cartel narcotraficante de Los Caballeros Templarios , tras una batalla de casi dos horas.
Los Templarios es una organización dedicada al narcotráfico que impuso su ley durante años en el estado de Michoacán y a la que ni policías ni militares mexicanos han conseguido doblegar .
Ataque insuficiente. Aunque el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que lleva un año en el poder, envió en mayo pasado miles de policías y soldados a Michoacán, no han podido pacificar la zona. Las autodefensas han seguido avanzando y están presentes en una veintena de municipios del estado.
Los narcotraficantes “están replegados” y no se sabe cuándo exactamente “empezará la guerra, cuándo ellos van a empezar a pelear”, dijo Jorge Vázquez, líder del grupo de autodefensa que controla la comunidad de Aguililla .
Osorio invitó a los integrantes de las autodefensas –muchos de los cuales emplean fusiles de alto poder– a incorporarse a los cuerpos policiales legales, si así lo desean.
El jerarca de Gobernación explicó que la situación es excepcional por la crisis de las instituciones locales, bajo sospecha de colaborar con el narco, y de seguridad que sufre el estado hace casi una década.
Los grupos de autodefensa surgieron en varios poblados de Michoacán en febrero del año pasado, creados por civiles que se dijeron desesperados por la incapacidad o falta de voluntad de las fuerzas de seguridad para protegerlos de Los Caballeros Templarios.
Denunciaron que el cartel lleva años asesinando, secuestrando y extorsionando a la población, desde los carniceros hasta el último fabricante de tortillas.