Gogjali, Irak
El jefe del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, rompió un año de silencio para exhortar a sus combatientes a luchar "con honor" hasta el final para defender Mosul ante la ofensiva de las tropas iraquíes.
"No se retiren", pide una voz atribuida al líder yihadista en el mensaje publicado por Al-Furqan Media, una agencia afín al EI. "Mantener posiciones con honor es mil veces más fácil que retirarse con vergüenza", añade Bagdadi.
El líder del EI lanzó este llamado a "todos los habitantes de Nínive", la región donde se halla Mosul, la mayor de las ciudades conquistadas por el grupo yihadista.
Bagdadi les promete "la victoria", aunque los yihadistas se enfrentan en su feudo a una ofensiva en toda regla, pues hacia ahí convergen desde el 17 de octubre decenas de miles de soldados, policías y combatientes kurdos, apoyados por los bombardeos de la coalición internacional.
Fue en Mosul, en junio de 2014, pocos días después de que los yihadistas se apoderaran de amplios territorios en Irak, donde Bagdadi hizo una de sus pocas apariciones públicas y anunció la creación de un "califato" con territorios iraquíes y sirios.
Desde entonces, el "califa", un iraquí nacido en 1971, no ha vuelto a reaparecer en público y está en paradero desconocido pese a los 10 millones de dólares ofrecidos por Estados Unidos por su captura. Su anterior mensaje sonoro remonta al mes de diciembre de 2015.
"Es probablemente una clara señal de que su capacidad de dirigir a sus combatientes y de comunicarse con ellos ha sido severamente reducida", estimó el portavoz de la coalición internacional en Bagdad, el coronel estadounidense John Dorrian.
El tono del mensaje "sugiere que los jefes del grupo están crecientemente preocupados por las deserciones y buscan la forma de impedir a los militantes huir del campo de batalla" estima Ludovico Carlino, un experto del instituto IHS en Londres.
La moral está "por los suelos" entre los "reclutas" del grupo EI, que se baten en Mosul "por parte de una minoría de combatientes ideológicamente más resueltos", explicó este experto.
El nuevo mensaje de Baghdadi no está fechado pero alude a acontecimientos ocurridos en las últimas semanas.
Bagdadi ataca a los chiitas iraquíes, que son mayoría en el país, y recuerda que en el ejército iraquí los soldados portan banderas y lanzan eslóganes a la gloria de figuras reverenciadas por el islam chiita.
Pero alienta también a sus yihadistas a atacar Turquía, país mayoritariamente sunita, pero que participa en la ofensiva contra Mosul, y tiene una base cerca de esta ciudad. "Como Turquía ha ingresado en la zona de vuestras operaciones, hay que atacarla" y "vengarse", asegura.
Baghdadi quiere que los yihadistas que no pueden acudir a Siria o Irak viajen a Libia, donde el EI está rodeado en la ciudad de Sirte desde hace varios meses.
Entretanto, en Mosul, las fuerzas iraquíes han tomado posiciones en la periferia de la ciudad, tras haber ingresado en un barrio del sudeste.
El fragor de los combates llegaba este jueves hasta Gogjali, en las puertas de la ciudad, donde la unidad de élite del contraterrorismo (CTS) iraquí consolidaba sus posiciones, según constató una periodista de la AFP.
Pero ninguna señal de avance hacia el centro de la metrópolis ha sido constatada desde el martes, mientras otras unidades iraquíes se acercaban por los frentes norte y sur.
"El enemigo no solamente abandona el terreno, sino que deja atrás equipamiento, vehículos, municiones", indicó el comandante de las fuerzas gubernamentales, el general Qassim Al Maliki.
La coalición liderada por Estados Unidos evalúa en entre 3.000 y 5.000 el número de combatientes del EI dentro de la ciudad y advierte que su reconquista podría ser larga y difícil.
En Gogjali, una periodista de la AFP vio cómo un creciente número de civiles huyen hacia las zonas reconquistadas por el ejército, llevando pocos enseres.
"Hay niños que llegan descalzos, sin suficiente comida o agua" constató Alvhild Stromme, de la ONG Norwegian Refugee Council (NRC), una de las más activas en Irak. La ONG Save The Children evalúa en 600.000 la cifra de niños presentes entre los más de 1,2 millones de personas que permanecen en Mosul.
Por otro lado, la ONU expresó su "gran preocupación" ante el hecho de que decenas de miles de civiles habrían sido capturados por el EI para ser usados como escudos humanos.