Kiev. Bastaron apenas cinco semanas de guerra para empujar a más de 4 millones de ucranianos a huir de su país invadido y bombardeado por Rusia, en un flujo de refugiados que Europa no veía desde la Segunda Guerra Mundial.
“El número de refugiados de Ucrania alcanzó ahora los cuatro millones, cinco semanas después del comienzo de la invasión rusa” el 24 de febrero, tuiteó este miércoles el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, quien acaba de llegar al país en guerra.
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Acnur dijo que 4.019.287 ucranianos —esencialmente mujeres y niños—cruzaron las fronteras de su país desde el 24 de febrero. Más de la mitad de ellos se refugió en Polonia, que recibió a más de 2,3 millones hasta el momento.
El número de refugiados ya supera la proyección inicial hecha por Acnur al inicio del conflicto y es el flujo más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939—1945). En total, más de 10 millones de ucranianos, una cuarta parte de su población, dejaron sus casas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima en cerca de 6,5 millones el número de desplazados en el interior de Ucrania.
Polonia, refugio principal
Desde el 22 de marzo, el flujo se desaceleró de manera clara, con 40.000 refugiados por día. La elección mayoritaria de Polonia tiene que ver con la existencia ya en ese país de una fuerte comunidad ucraniana bien instalada, y el hecho de que se mostró muy generosa a la hora de recibir a los refugiados.
Además está muy cerca de Ucrania, lo que les permite volver rápidamente al país. En ese sentido, las autoridades polacas estimaban que entre el inicio de las hostilidades y el 29 de marzo, al menos 364.000 personas cruzaron la frontera en el otro sentido.
Estos regresos pueden estar vinculados con personas que trabajan en Polonia pero deciden volver para cuidar a padres ancianos por ejemplo, y aquellos que van a buscar a sus familiares y regresar luego con ellos. También están los refugiados que deciden regresar a su país para evitar que su vivienda sea ocupada o porque extrañan su hogar.
Plataforma de solidaridad
Para evitar el agotamiento de la buena voluntad, “es importante alentar a los refugiados a que partan de Polonia e intenten ir hacia otros Estados miembros de la Unión Europea (UE), ya que si no la situación será insostenible”, advirtió este lunes la comisaria europea de Interior, Yiva Johansson.
La responsable europea destacó que la mayoría de los refugiados quiere permanecer en Polonia, a pesar de que los ucranianos disponen de los mismos derechos en toda la UE.
Los Estados miembros del bloque utilizan una plataforma de solidaridad, en la cual presentan su capacidad de recepción en una base voluntaria para aliviar a los países limítrofes desbordados, como por ejemplo Moldavia.
Las personas que huyen de Ucrania pueden beneficiar en la UE desde marzo de una protección temporaria que puede llegar hasta los tres años y que les permite acceso a la vivienda, el mercado de trabajo, el sistema escolar, el sistema social y de salud, en virtud de una directiva europea del 2001 utilizada por primera vez.
Al menos 800.000 personas solicitaron ese estatuto. Los ucranianos pueden permanecer sin visado tres meses en el espacio Schengen. Esta movilización contrasta notablemente con la recepción reservada a menudo a los refugiados procedentes de otros continentes, como los de Afganistán tras la caída de Kabul en agosto o la suerte que conoce los refugiados sirios que huyen también de una guerra despiadada liderada en parte por Rusia.
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