Moscú. Como si se tratase de una pesadilla que vuelve a empezar, civiles parten de las zonas separatistas en el este de Ucrania hacia territorio ruso, en un momento en el que las tensiones en la región llegan a un punto máximo y hay nuevamente combates.
Elena Sokela, una trabajadora social de 40 años, acaba de atravesar la frontera rusa en el punto de cruce clave de Matvéyev Kurgan con su hijo de 16 años. Viene de la “república” separatista de Donetsk, en guerra con Kiev desde el 2014.
LEA MÁS: Claves para entender el conflicto entre Rusia y Ucrania
“Oímos más estallidos, más explosiones...”, comentó a la AFP, mientras que los disparos e incidentes en la línea del frente empeoraron en las últimas horas. “Decidimos ir a casa de la abuela, en Rusia, donde está tranquilo. No queremos esperar hasta el último momento, es mejor salir antes”, continuó. “Pero volveremos”, aseguró esta habitante de Chakhtiorsk, una ciudad al este de la capital separatista de Donetsk.
El viernes por la noche, las autoproclamadas “repúblicas” separatistas de Donetsk y Lugansk pidieron la evacuación de los civiles, afirmando temer un ataque de Kiev. Acusaciones rechazadas por Ucrania y los occidentales que acusan a Rusia —que apoya a los separatistas y que concentró decenas de miles de soldados en las fronteras orientales ucranianas— de buscar un pretexto para iniciar una operación militar contra Kiev.
El sábado por la mañana, en el paso fronterizo de Matvéyev Kurgan, se veían colas de automóviles de civiles procedentes de la “república” de Donetsk, así como numerosos autobuses vacíos que hacían fila para entrar en la zona separatista, según un periodista de la AFP en el lugar.
Los servicios de emergencia rusos locales, que decretaron el estado de emergencia en la región, abrieron un campamento cerca de ese punto de paso con más de 15 tiendas de campaña para acoger a los evacuados. Pero por ahora están vacías.
Alexander Romanov, un jubilado de 68 años, cruzó la frontera rusa con su esposa en coche, procedente de la ciudad de Jenikovo. “Hay atascos de cinco kilómetros antes de la frontera”, aseguró.
Según las autoridades separatistas de Donetsk, al menos 6.600 personas fueron evacuadas desde el viernes, mientras que sus homólogos de la “república” de Lugansk anunciaron la evacuación de 13.500 civiles. En el 2014, cuando comenzaron los combates con las fuerzas ucranianas, los separatistas procedieron con una evacuación masiva de mujeres, niños y ancianos hacia Rusia, mientras que muchas localidades se encontraban bajo las bombas.
Según Moscú, más de 600.000 personas de las zonas secesionistas recibieron desde entonces un pasaporte ruso, lo que debería facilitar aún más las evacuaciones. El sábado, las “repúblicas” de Donetsk y Lugansk también llamaron a la “movilización general” de los hombres de 18 a 55 años ante una posible “agresión” de Kiev.
Liubov Rodoman confirmó que su marido, oficial de la reserva separatista, recibió de las autoridades la solicitud de permanecer en el lugar. Esta enfermera de 57 años cruzó a pie la frontera procedente de la zona separatista para “resolver asuntos” en Rusia, pero tiene previsto volver a su casa hoy mismo.
“No puedo abandonar a los niños, no lo hice en el 2014 y no lo haré ahora”, aseveró. Sin embargo, el sábado por la mañana, los guardias fronterizos rusos afirmaron que no permitirían el paso de nadie en sentido contrario.
LEA MÁS: Rusia lanza misiles ‘balísticos y de crucero’ en ejercicios militares