Madrid. Los gobiernos de España y Portugal acogieron este viernes con entusiasmo las declaraciones del canciller alemán, Olaf Scholz, en favor de un gasoducto que conecte la península ibérica con Europa central, en un contexto de crisis energética por la guerra en Ucrania.
Este gasoducto es “una prioridad” para Portugal y la posición de Scholz “refuerza la presión sobre las instituciones europeas” para hacer avanzar este proyecto, declaró ante periodistas el primer ministro portugués, Antonio Costa.
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“Portugal puede jugar un papel importante” para que Europa sea “autónoma en materia energética” frente a Rusia, dijo Costa.
De su lado, la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró en la televisión pública TVE que España está dispuesta a avanzar rápidamente en la construcción de dicho gasoducto, pero abogó por “una mayor implicación de las instituciones comunitarias”.
El canciller alemán estimó el jueves que hacía falta una interconexión entre la península ibérica y Europa central, pasando por Francia, lo que ayudaría a “aliviar y relajar la situación del suministro” de gas.
La ministra Ribera indicó que en “dos meses, tres meses”, España podría “facilitar entre un 2 y un 2,5% del gas que se puede consumir en el conjunto de la Unión Europea” instalando “un compresor adicional” a los dos pequeños gasoductos que conectan España con Francia a través del País Vasco (noroeste de España).
Pero “la principal necesidad es que Francia esté en condiciones de trasladar ese gas hacia el centro de Europa”, acotó.
Enagás, el operador de la red gasística española, estima que un gasoducto a través de los Pirineos, entre España y Francia, puede estar operativo en 8 o 9 meses, afirmó Ribera.
El gasoducto sería similar al MidCat, un proyecto lanzado en 2013 para unir Portugal, España y Francia pero abandonado ante críticas de organizaciones medioambientales y falta de compromiso financiero de Francia.
La invasión rusia en Ucrania ha hecho que recobre importancia la posibilidad de esa conexión.
Una fuente con conocimiento del proyecto, que pidió el anonimato, dijo a la AFP que lo descrito por Ribera “sería un proyecto diferente” al MidCat, en particular porque contemplaría también “el transporte de hidrógeno”.
Dada la infraestructura ya construida en Cataluña antes de que se abandonara el MidCat, “quedarían pendientes unos cien kilómetros” para llegar a Francia, según la fuente.
Enagás tiene previsto invertir unos 370 millones de euros (380 millones de dólares) en el proyecto en caso de que la UE dé luz verde.