Washington. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, solicitó este martes al movimiento islamista Hamás que acepte “un cese el fuego inmediato” con Israel. Esto, tras la reunión de sus miembros con mediadores de Catar y Egipto en El Cairo.
“Tenemos la oportunidad de lograr un cese el fuego inmediato que permita el regreso de los rehenes, aumentar significativamente la asistencia humanitaria para los palestinos que tanto la necesitan y establecer las condiciones para una solución duradera”, expresó Blinken al recibir en Washington al primer ministro catarí.
“Depende de Hamás decidir si está dispuesto a comprometerse con un cese de hostilidades”, agregó.
El primer ministro de Catar, Mohammed bin Abdulrahman al Thani, un mediador clave, se comprometió a ser “persistente” para lograr un acuerdo. “A pesar de quien intente socavar los esfuerzos para alcanzar la paz, queremos que haya paz, queremos poner fin al sufrimiento humanitario, queremos que los rehenes vuelvan con sus familias”, afirmó.
Blinken también instó a Israel a autorizar el ingreso de más ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde la hambruna amenaza, y donde Estados Unidos comenzó a lanzar alimentos desde aviones.
“Israel debe utilizar todos los medios posibles, todos los métodos posibles, para llevar asistencia a las personas que la necesitan”, afirmó Blinken.
El secretario llamó a Israel a abrir más puntos de cruce hacia Gaza y asegurar que la ayuda llegue a la población. “Seguiremos presionando todos los días porque la situación tal como está es simplemente inaceptable”, enfatizó Blinken.
Acusaciones entre Israel y Agencia de ONU
Por su parte, Israel y la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) intercambiaron acusaciones este lunes, tras la intensificación de la presión por parte de Estados Unidos para lograr un alto el fuego en Gaza.
Esta medida busca impulsar las negociaciones en Egipto, con el objetivo de alcanzar una tregua entre Israel y Hamás.
Los países mediadores en el conflicto, entre ellos Egipto, Hamás, Catar y Estados Unidos, se encuentran negociando una tregua en El Cairo. Sin embargo, Israel, aunque no participa en estas conversaciones, acusó a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos de emplear a “más de 450 terroristas”.
La acusación agrava la campaña de Israel contra esta agencia crucial en los esfuerzos para brindar ayuda en Gaza. Organizaciones humanitarias advierten que el riesgo de hambruna es inminente tras cinco meses de conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que gobierna este territorio palestino desde 2007.
Esta agencia de la ONU está en el centro de la controversia desde que Israel acusó a 12 de sus empleados a finales de enero de estar implicados en el ataque del 7 de octubre. En dicho ataque, comandos de Hamás causaron la muerte de 1.160 personas, en su mayoría civiles israelíes, según un recuento de esta agencia basado en datos proporcionados por Israel.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que dejó al menos 30.534 muertos en Gaza, la mayoría de ellos civiles, según el ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás.
Tras las acusaciones, la ONU apartó a los empleados acusados que aún estaban vivos e inició una investigación. En paralelo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, creó un comité independiente para evaluar la misión de la UNRWA y su “neutralidad”.
Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, afirma que Israel no presentó ninguna prueba contra sus antiguos empleados. La UNRWA declaró este lunes que algunos trabajadores fueron “obligados a confesar bajo tortura y malos tratos” por parte de las autoridades israelíes durante los interrogatorios.