Ginebra. Altos diplomáticos estadounidenses y rusos mantienen este lunes negociaciones cruciales sobre las crecientes tensiones en torno a Ucrania y las exigencias de seguridad de Moscú, con pocas esperanzas de un avance diplomático.
Las negociaciones se producen en medio de temores de una invasión rusa de su vecino prooccidental, Ucrania, y con Moscú exigiendo amplias concesiones de Washington y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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Las conversaciones del lunes en Ginebra abren una semana de diplomacia entre Rusia y Occidente, después de que Moscú acumulara decenas de miles de tropas en la frontera ucraniana, llevando a Estados Unidos y Europa a un enfrentamiento que recuerda la Guerra Fría.
La vicesecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, iniciaron una reunión en la misión de Estados Unidos en Ginebra a las 8:55 a. m. Los dos diplomáticos también se reunieron en la ciudad suiza el domingo por la noche, y Riabkov declaró después a las agencias de noticias rusas, que la primera reunión fue “difícil”.
‘Pronóstico pesimista’
La agencia de noticias estatal RIA Novosti citó el lunes a Riabkov, quien aseguró temer que Washington no se tomara en serio la demanda de Moscú, sobre poner fin a la expansión de la OTAN hacia el este. “¿Están dispuestos a dar garantías legales de que este país, así como otros países no entrarán en la OTAN?” dijo Riabkov, en referencia a una promesa del 2008 de la OTAN sobre considerar la adhesión de Ucrania y Georgia. “Tengo un pronóstico bastante pesimista en este sentido”, añadió.
Sherman escribió en Twitter que las conversaciones estaban en marcha, pero que habría poco progreso sin otros participantes en la mesa. “Estados Unidos escuchará las preocupaciones de Rusia y compartirá las nuestras, pero hemos sido claros en que no discutiremos la seguridad europea sin nuestros aliados y socios”, aseguró.
‘Unión Soviética 2.0′
En las trincheras del frente en Ucrania, donde las fuerzas de Kiev luchan contra los combatientes prorrusos desde el 2014, existen pocas esperanzas para la diplomacia. “Dudo que nada cambie”, dijo Mykhailo, un soldado de 29 años, mientras caminaba por las trincheras de la ciudad de Avdiivka, justo al norte de la ciudad de Donetsk, un bastión separatista.
“Las garantías de no entrar en la OTAN nunca detendrán a Putin”, dijo Mykhailo, quien aseguró que “quiere devolver la Unión Soviética en versión 2.0″. Ambas partes establecieron líneas firmes. Washington advirtió que Moscú se enfrentaría a graves consecuencias en caso de invasión de Ucrania y Rusia exigió nuevos acuerdos de seguridad con Occidente.
Tras las conversaciones del lunes, el miércoles se celebrará en Bruselas una reunión del Consejo OTAN–Rusia, el jueves se reunirá en Viena el Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), en el que se espera que domine la cuestión de Ucrania.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, enfatizó el domingo que Rusia tenía que elegir entre el diálogo y la confrontación. Además advirtió en declaraciones a la cadena de noticias CNN que habría “consecuencias masivas para Rusia si renueva su agresión a Ucrania”. Una acción militar directa de Estados Unidos o la OTAN en defensa de Ucrania parece extremadamente improbable.
Pero responsables occidentales advirtieron que Moscú se enfrentaría a importantes consecuencias económicas y financieras si invade, y podría ver cómo la OTAN aumenta su presencia y capacidades cerca de las fronteras de Rusia.
‘Costos severos‘
Por su parte, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este lunes que la alianza advirtió a Rusia de los “costes severos” de una invasión y que no esperaba que las conversaciones de esta semana “resolvieran todas las cuestiones”, pero que quería poner en marcha un proceso diplomático. “Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo sobre el camino a seguir, un proceso, una serie de reuniones”, dijo Stoltenberg antes de las conversaciones con el viceprimer ministro de Ucrania en Bruselas.
Entre las medidas que se barajan están las sanciones al círculo íntimo de Putin, la cancelación del controvertido gasoducto ruso Nord Stream 2 hacia Alemania o, en el escenario más drástico, el corte de los vínculos de Rusia con el sistema bancario mundial.
Rusia insiste en que fue engañada tras la Guerra Fría y que entendió que la OTAN no se expandiría. Rusia ejerce una intensa presión sobre Ucrania desde el 2014, después de que una revolución derrocó a un Gobierno pro–Kremlin contrario al acercamiento a Europa. Rusia anexionó la península de Crimea y respalda una insurgencia en el este de Ucrania en la que murieron al menos 13.000 personas.
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