La opositora venezolana María Corina Machado aseguró este lunes a su llegada a la Fiscalía para comparecer en calidad de testigo y declarar sobre un supuesto plan magnicida contra el presidente, Nicolás Maduro, que él no la puede detener porque sería la muestra final de una dictadura agonizante.
Machado acudió a la sede de la Fiscalía acompañada de Lilian Tintori, esposa del opositor Leopoldo López, preso desde hace cuatro meses, y de varios diputados.
“A mi no me pueden detener, porque no he cometido delito alguno y porque soy diputada (...) pero sobre todo porque no hay una sola evidencia de que haya cometido delito alguno”, señaló.
Aseguró que llegó armada a la Fiscalía con sus principios, valores y profundas creencias democráticas y su amor por Venezuela.
Machado, que varios metros antes del edificio bajó del vehículo que la transportaba para entrar a pie entre aplausos y abucheos a la sede de la Fiscalía, aseguró que acudió a la cita con el Ministerio Público porque cree en la verdad.
“No hay fuerza totalitaria que con su mentira y con su engaño impida que la verdad siempre al final se imponga”, indicó.
Machado fue citada junto a otros opositores a comparecer ante la Fiscalía en calidad de testigo en el caso abierto por un delito contra la independencia y la seguridad de la nación tras una denuncia realizada a finales de mayo por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, en su calidad de dirigente del oficialista Partido Socialista.
Según Rodríguez, Machado estaría involucrada en un plan de desestabilización que incluía un 'magnicidio' y un golpe de Estado que ya fue abortado, de acuerdo con una serie de correos electrónicos atribuidos a la opositora.
En esos mensajes, Machado supuestamente decía que había llegado la hora de acumular esfuerzos y obtener el financiamiento para aniquilar a Maduro.
La política, que denunció después en la Fiscalía a Rodríguez por siete delitos, confirmó que los correos sí corresponden con sus cuentas pero que son falsos y que ella no quiere ni un magnicidio ni un golpe de Estado sino una renuncia del actual presidente de Venezuela.
“Toda la fuerza del Estado en contra de un ciudadano, pero mi fuerza es una fuerza moral ”, agregó la opositora, despojada a finales de marzo de su condición de diputada y de inmunidad parlamentaria después de que intentara participar en una sesión de la OEA como parte de la representación de Panamá.
La exdiputada solicitó el viernes pasado protección a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) , y la reivindicación de sus derechos constitucionales.