El 24 de febrero de 2022, durante la madrugada moscovita, se emitió en la televisión rusa un mensaje del presidente Vladimir Putin, en el que informaba de su decisión de invadir Ucrania mediante “una operación militar especial”. El mandatario aseguró que pretendía “desmilitarizar y desnazificar Ucrania”.
En ese momento, la opinión pública no le auguraba un futuro promisorio a la población ucraniana, y se temía que el país de 44 millones de habitantes (2020) perdiera su independencia y terminara anexándose a Moscú. Sin embargo, casi ocho meses después la situación es muy diferente: el ejército ucraniano está empujando a las fuerzas armadas rusas fuera de sus territorios y si vislumbra que, sin importar el final de este fatídico episodio de la historia, no será el que Putin esperaba.
Para entender cómo la situación del conflicto ruso - ucraniano dio un giro de 180°, La Nación habló con el exsubsecretario de Defensa Adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, en la administración de George W. Bush, Roger Pardo-Maurer, de origen costarricense. Desde el comienzo del conflicto Rusia - Ucrania, él realizó 266 entrevistas para televisión y otras tantas para radio y prensa escrita.
Esta conversación se puede ver como una continuación de la entablada con Pardo-Maurer hace siete meses, el 11 de marzo, en la que el especialista ya vislumbraba que “a Putin no le salió la invasión como lo pensaba, el Ejército ruso ha resultado ser menos de lo que se pensaba en todos los aspectos.
Para Pardo-Maurer, el apoyo armamentístico que occidente brindó a Ucrania, combinado con la mediocridad del ejército ruso, explica el por qué del cambio situacional en los territorios en disputa.
“Hace seis meses estábamos pronosticando que la embestida rusa tendría una fuerza increíble, llenarían de tropas la parte oriental de Ucrania. Para junio uno podía ver que la dinámica cambió, los rusos fracasaron en su intento de conquistar Kiev y empezó a llegar todo el armamento de occidente. Lo más importante fue que no cayó el Gobierno ucraniano, ese es un factor imprescindible en todo esto.
“Preveíamos que para agosto los rusos llegarían a lo que llamamos el punto de culminación, que es el momento en que ya no pueden avanzar más. La situación estratégica ahora cambió, los ucranianos tienen superioridad material, exceden en material bélico a los rusos y no se les va a acabar. A Rusia se le acaban las opciones, no han servido en el campo de batalla, no están ganando un solo enfrentamiento”, analizó el exlíder estadounidense.
Según explicó, la nación ucraniana, incluyendo civiles, se levantó contra la invasión rusa a modo de ‘partisanos’, como una forma de rehusar ser conquistados por la potencia mundial moscovita. “Se decidió el punto fundamental por el cual se estaba librando esta guerra, que es si Ucrania iba a ser o no una nación independiente. Eso se decidió, no hay forma en que Rusia pueda darle vuelta a la situación”, detalló el entrevistado.
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‘No se sospechaba que el ejército ruso fuera tan malo’
Para Pardo-Maurer, el principal suministrador de armamento pesado para el ejército ucraniano es Rusia, pues la milicia del país invadido no sólo ha expulsado a los rusos, sino que han capturado sus tanques y han reparado la artillería, de manera que usan contra los rusos su propio equipo.
El entrevistado, que además es un veterano de combate de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en Afganistán e Irak, explicó que “lo que se pensaba que sería la superioridad rusa, resultó no ser cierto. Nadie pensaba que el ejército ruso sería tan malo, todos pensaban que eran soldados de dos metros de alto con armas invencible, pero resultó ser un ejército totalmente hueco.
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“Te doy un ejemplo: Mi especialidad era infantería e ingeniería de combate, que es el que maneja los explosivos. La dinamita militar se ve como una bengala, viene envuelta en un papel y en el momento de usarlo uno lo desenrolla.
“Pero los ingenieros de combate rusos estaban descubriendo que en vez de dinamita lo que había era tucos de madera, lo mismo con las baterías y las raciones. Llegaban a hacer saqueos porque llegaban sin comida, las raciones estaban vencidas desde hace diez años. Mucho de eso se debe a la corrupción, pero también a la incompetencia del mando militar ruso”, ilustró el exmilitar.
La orografía y el invierno: Rusia juega contra el reloj
El invierno europeo se aproxima y Rusia, país colindante con el casquete polar ártico, lo sentirá especialmente, según estima Pardo-Maurer. Si ya de por sí la orografía de Ucrania es complicada, llena de ríos y montañas, las espesas capas de hielo y nieve lo complicarán aún más.
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“Es curioso, invadir a Ucrania es similar a invadir a Costa Rica, en el sentido de que la orografía es casi imposible. En Costa Rica las montañas y los ríos le hacen la vida imposible hasta a los ticos para moverse. Ucrania es similar, es un país de ríos y suampos, que cuando se congelen va a favorecer a los ucranianos. ¿Por qué? ¡Es su país! Ellos tienen vehículos con ruedas, los de los rusos son con orugas, y son los ucranianos lo que van a poder circular sobre los ríos y pantanos congelados. El reloj no le favorece a los rusos”, explicó el veterano de guerra.
Para Pardo-Maurer, la necesidad de hidrocarburos durante el invierno del hemisferio norte no golpeará de forma sustancial a las economías americanas. No obstante, el precio de los alimentos sí puede aumentar, principalmente granos y cereales, de los cuales Ucrania y Rusia son enormes productores mundiales.
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“Ahí uno ve la sabiduría de la política de Estado de Costa Rica de décadas, de surtirse de una variedad de fuentes energéticas. Es una gran salvada para Costa Rica tener las plantas hidroeléctricas que tiene. Pero el invierno y los precios energéticos es una gran interrogante y es obviamente otro elemento del chantaje que está intentando de hacer Putin.
“Todo depende de la fuerza del invierno, pero probablemente se ha exagerado el impacto que esto puede tener en el hemisferio norte. Una solución al frío es abrigarse, y esto lo han hecho los europeos antes. Va a ser difícil y costoso, pero no va a ser el fin del mundo y se encontrarán soluciones.
“Lo que sí afectará más a los costarricenses es el efecto de esta guerra sobre el precio de las comidas. Si cocinás usando aceite, sabés lo que ha subido el precio del aceite de girasol. Ucrania era el productor número uno de semillas de girasol. Los granos y los cereales se pueden encarecer. Costa Rica no se ha visto tan afectada por eso, pero otros países como Egipto o Somalia, sí. Es otro motivo de impaciencia de países neutrales contra Putin, esto ha llegado demasiado lejos”, analizó el exsubsecretario de Defensa.
¿Cómo va a terminar esta guerra?
Para Pardo-Maurer, el conflicto Rusia - Ucrania “apunta a terminar con diplomacia, pero únicamente en el momento en que la capacidad bélica, la capacidad de hacer guerra de Putin, se haya extinguido. No se pueden valer de ninguna promesa ni tratado de los rusos”.
De hecho, para el especialista, Putin ya muestra signos de desesperación. Ejemplo de esto son el grupo de misiles (80 según Ucrania) lanzados por Moscú hacia Kiev el lunes 10 de octubre. El martes, los servicios de emergencia ucranianos informaron que al menos 19 personas murieron y 105 resultaron heridas en esos bombardeos.
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“Están gastando su equipo militar. Eran más de 80 misiles, con valores entre $3 y $10 millones, esa ráfaga costó más o menos $400 millones, en una sola tarde, en un sólo ataque, que no le pegó a nada de importancia militar, sino que cayeron en casa privadas. Esto expuso no la fuerza de Rusia, sino la debilidad, se les está acabando todo. Fue un berrinche de $400 millones. Un ataque impulsivo.
“Estimaciones de inteligencia calculan que a Rusia sólo le queda 20% de los misiles que cuando comenzó la guerra. Putin está dejando muy expuesta a Rusia en otros flancos. Acordémonos que el barrio de Rusia es difícil, están rodeados de países que se acuerdan de la Unión Soviética.
“Todo apunta a que Putin tendrá que negociar, no tiene otra opción. Veo que el papel de Turquía va a ser importante. Esta semana el presidente turco Recep Tayyip Erdogan le dijo a Putin que todo mundo está cansado de esta guerra, porque está afectándonos a todos y está causando estragos en el comercio y la inflación. La presión está aumentando sobre los hombros de Putin”, explicó el exsubsecretario de Defensa.
Para Pardo-Maurer es muy probable la derrota de Putin en Ucrania, no obstante, el ojo de occidente debe continuar atento al ajedrez geopolítico mundial.
“Esto tiene repercusiones mucho más allá. La preocupación que yo tengo es que Rusia, Irán y China actúen simultáneamente para cambiar el orden internacional. Recordemos que Irán está a pocas semanas de tener un arma nuclear. A mí me preocupa que esa ventana siga abierta, por eso Rusia debe ser derrotada contundentemente en Ucrania”, concluyó.