La Habana. AFP. Las FARC plantearon al Gobierno colombiano un pacto inmediato para reglar la guerra interna, con normas de conducta humanitaria, al retomarse ayer en La Habana las negociaciones para finalizar un conflicto que ha dejado cientos de miles de muertos.
La guerrilla pretende un acuerdo de “regularización de la guerra” que establezca mínimos humanitarios de conducta entre las fuerzas beligerantes o “un cese bilateral de hostilidades entre las partes con verificación internacional”, según un comunicado leído por el delegado de las FARC Pablo Catatumbo.
La posibilidad de una tregua bilateral, planteada por las FARC desde el principio de los diálogos hace 15 meses, ha sido rechazada de manera sistemática por el gobierno de Juan Manuel Santos, que no se sumó a ninguno de los dos alto el fuego unilaterales decretados por la insurgencia.
Las guerras internacionales están reguladas por los Convenios de Ginebra –el primero fue firmado en 1864 bajo auspicio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)–, pero siempre ha sido más complicado el respeto de las normas humanitarias en las guerras civiles y conflictos internos, según CICR.
“Pactar unos ‘mínimos humanitarios’ (de comportamiento en el conflicto armado) resulta de involucrar, como es de elemental en el sentido común, a las dos partes que intervienen en el conflicto; es decir, al Gobierno y la insurgencia”, expresó Catatumbo.
El planteo de las FARC se produce tras una propuesta hecha el 25 de noviembre por el vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, quien pidió a la guerrilla que acordara con el Gobierno unos “objetivos mínimos humanitarios” para darle “mayor credibilidad y perspectiva” al proceso de paz.
Garzón solicitó que las FARC dejaran de colocar minas antipersonales, pusieran fin al reclutamiento forzado de menores y pararan de atentar contra la infraestructura del país. Como contrapartida, el Gobierno debía comprometerse a “respetar la integridad física de todos los miembros de la guerrilla”, según el funcionario.