Odesa. Feroces combates entre fuerzas rusas y ucranianas estallaron el sábado en el este de Ucrania, que acabaron con las esperanzas de una tregua con ocasión de la Pascua ortodoxa. La Presidencia ucraniana indicó igualmente que al menos 5 personas murieron y 18 resultaron heridas en bombardeos rusos contra la ciudad de Odesa, en el sur del país.
El sur y el este de Ucrania se convirtieron en blancos designados de la ofensiva rusa, que el domingo cumple dos meses. Durante este periodo, más de cinco millones de ucranianos dejaron el país y siete millones se convirtieron en desplazados internos, el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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El Ejército ruso anunció el sábado por la mañana que realizó 1.098 ataques con artillería y cohetes en las últimas 24 horas. “Están bombardeando literalmente todo (...), todo el tiempo”, escribió el gobernador de la región oriental de Lugansk, Sergei Gaidai, en Telegram.
Gaidai dio parte de dos muertos y dos heridos en Zolote (sureste), tras disparos con artillería rusa, y pidió a las personas que viven cerca de la línea de frente “evacuar el lugar, si tienen la oportunidad”. El gobernador de la región oriental de Jarkóv, Oleg Sinegubov, aseguró en Telegram que las fuerzas ucranianas retomaron tres pueblos cerca de la frontera rusa después de “feroces batallas”.
El subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia, Rustam Minnekayev, dijo el viernes que “la segunda fase de la operación especial” —como Moscú denomina a la invasión— se propone “establecer un control total sobre el Donbás y el sur de Ucrania”.
De ese modo, agregó, se establecería “un corredor terrestre” entre los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, en la región oriental del Donbás, con la península de Crimea, anexionada por Rusia en el 2014. La conquista del sur de Ucrania permitiría además ayudar a los separatistas de la región moldava de Transnistria, “donde también observamos casos de opresión de la población de habla rusa”, afirmó el oficial, levantando la protesta de Moldavia.
Corredores humanitarios
En Mariúpol, puerto estratégico del sureste de Ucrania, en gran parte destruido por semanas de bombardeos, las autoridades anunciaron este sábado un nuevo intento para evacuar a los civiles. “Hoy trataremos de evacuar a mujeres, niños y ancianos”, dijo la viceprimera ministra del país, Iryna Verechtchouk.
Moscú aseguró el jueves haber “liberado” Mariúpol, que es fundamental para sus planes. En una llamada telefónica con Putin, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió que se autorice el acceso de ayuda humanitaria a Mariúpol, devastada por semanas de bombardeos, en ocasión de la Pascua ortodoxa.
Pero el Kremlin aseguró que Kiev no permite la rendición de los últimos soldados ucranianos, atrincherados en los kilométricos túneles de la planta siderúrgica de Azovstal. Un asesor presidencial ucraniano, Oleksiy Arestovich, dijo el sábado que las fuerzas rusas reanudaron los ataques aéreos contra esas instalaciones.
“Pero nuestros defensores aguantan a pesar de la situación tan difícil e incluso realizan contraataques”, aseguró. El gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko, advirtió que “el éxito de la ofensiva rusa en el sur depende del destino de Mariúpol”.
‘Crímenes de guerra’
La firma estadounidense de imágenes por satélite Maxar Technologies difundió el viernes fotografías que, según afirmó, muestran dos grandes fosas comunes en las localidades de Manhush y Vynohradne,en la región de Mariúpol.
Ese mismo día, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió de posibles “crímenes de guerra” rusos en Ucrania. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, viajará la próxima semana a Moscú y a Kiev.
Ciudad fantasma
Tras dos meses de fuego sostenido de la artillería rusa, el pueblo de Lysychansk, a solo 14 kilómetros de las fuerzas terrestres rusas, se convirtió en una ciudad fantasma. Solo un pequeño mercado cubierto en el centro de la ciudad sigue funcionando, proporcionando alimentos y otros suministros a los habitantes que quedan.
“Esto va a acabar mal”, dijo una anciana que hacía fila para comprar verduras, temiendo un bombardeo similar al que el 8 de abril mató a más de 50 personas en la estación ferroviaria de Kramatorsk. En Járkov (este) los habitantes cuentan haber vivido una noche de terror. “No pudimos dormir, pasamos toda la noche en un pasillo”, refirió a la AFP Yelena, una madre de familia.
Con tregua o sin ella, el conflicto se anuncia largo. El primer ministro británico, Boris Johnson, consideró “realista” que la guerra se extienda hasta finales del 2023. Y Estados Unidos invitó a 40 países a una reunión en Alemania el martes para discutir las necesidades a largo plazo de seguridad de Ucrania.
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