Qamishli, Siria. Las fuerzas árabes-kurdas respaldadas por Estados Unidos se preparan en el este de Siria para su último asalto contra lo que queda del “califato” del grupo Estado Islámico (EI), donde los yihadistas más recalcitrantes se atrincheran con familiares.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, predijo que la muerte oficial del “califato” podría ser anunciada ya en la próxima semana, pero las operaciones militares en el frente han adoptado una pausa que lleva ya varios días.
Apenas cuatro años atrás el Estado Islámico (EI) controlaba un territorio del tamaño de Gran Bretaña y administraba las vidas de millones de personas, pero la coalición liderada por Estados Unidos afirma que por lo menos el 99,5% de esa región ya ha sido recuperada.
De acuerdo con el general británico Christophe Ghika, el área aún controlada por el EI representa "menos de 1% del califato original".
Esta coalición ha entrenado y proporcionado cobertura aérea a las Fuerzas Armadas Democráticas Sirias (FDS), que lanzaron una ofensiva contra las últimas posiciones yihadistas en setiembre del 2018.
En noviembre, esas fuerzas retomaron Hajin, la última gran ciudad bajo control del EI, y desde entonces los yihadistas apenas mantienen combates en pequeñas áreas en el valle del río Éufrates.
De acuerdo con denuncias de esa coalición militar, miles de personas –incluyendo numerosos extranjeros– bajo sospecha de ser combatientes del EI trataron de dejar la región mezclados con las multitudes de civiles desplazados por la violencia.
"Están tratando de escapar mezclándose con mujeres y niños inocentes que buscan huir de los combates", dijo Ghika el jueves.
Para evitar esas tentativas de fuga, las Fuerzas Democráticas Sirias han implementado centros de control, donde verifican individualmente los grupos de refugiados.
Tropas británicas, francesas y estadounidenses, entre otras, buscan detalladamente operativos del Estado Islámico entre las columnas de refugiados.
No obstante, después de semanas de conquistar territorio, las FDS suspendieron su avance esta semana, antes del asalto a los últimos enclaves del EI.
“No ha habido avances ni cambios de nuestra parte en los últimos cinco días”, dijo este viernes un vocero del FDS.
En la actualidad, "el FDS está avanzando con mucha cautela para asegurar la seguridad de civiles que el EI puede usar como escudos humanos", añadió la fuente.
En tanto, los kurdos, que disfrutan de una autonomía de hecho en el noreste de Siria, también mantienen conversaciones sobre el futuro de esa región luego de la desaparición del EI.
Presencia estadounidense
En diciembre, Trump dijo que ordenó una retirada completa de las tropas estadounidenses de Siria, un anuncio que sorprendió a todos y obligó a los kurdos a buscar nuevas alianzas.
“Estamos buscando una solución política en Siria, lo que requiere un acuerdo con el gobierno de Damasco. Hemos escogido un acuerdo político con Damasco porque no queremos una secesión de Siria”, dijo un alto funcionario kurdo, Badran Jia Kurdi.
Al hablar el miércoles en el Departamento de Estado, Trump dijo que las fuerzas encabezadas por Estados Unidos y sus aliados kurdos anunciarían el fin del "califato" ya en la próxima semana.
"Restos... Es todo lo que tienen, apenas algunos remanentes. Pero remanentes pueden ser muy peligrosos", dijo el mandatario estadounidense.
Si bien el EI pronto ya no controlará posiciones fijas en Irak ni en Siria, sus combatientes posiblemente pasarán a utilizar técnicas de guerrilla.
Este viernes, la ministra francesa de Defensa, Florence Parly, expresó en Irak que el EI “está en camino a ser totalmente derrotado”.
Agregó que “el trabajo aún no está terminado”, y apuntó que “probablemente el EI está en tratando de reorganizarse de manera subterránea y dispersa”.
En este sentido, los yihadistas aparentemente poseen células listas para ser activadas a lo largo de la frontera con Irak, así como en ciudades que algún momento tuvieron bajo su control.
Según la entidad Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, por lo menos 48 de esos detenidos son combatientes del EI.
Esta semana, las FDS arrestaron a 63 hombres bajo sospecha de pertenecer a una de esas células en la ciudad de Raqa. Para el Observatorio, esas células de retaguardia son responsables por la muerte de por lo menos 50 civiles y 135 combatientes del FDS en territorio controlado por los kurdos apenas desde agosto.
Se estima que entre esos detenidos habría unos 150 franceses (incluyendo hombres, mujeres y niños), aunque una fuente kurda dijo este viernes que no había habido contactos con autoridades de Francia sobre su situación.