IRAK
Fuerzas especiales iraquíes avanzaban el lunes desde el este hacia a la ciudad de Mosul, tomada por el grupo Estado Islámico, recibiendo un intenso fuego enemigo pero entrando en el último pueblo antes de los límites de la ciudad para abrir camino a otras unidades militares.
Un destacamento de vehículos blindados como tanques Abrams recibió fuego de morteros y armas ligeras en su avance hacia el pueblo de Bazwaya, en un asalto iniciado al amanecer, mientras bombardeos y artillería aliados golpeaban las posiciones del grupo extremista EI.
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Aunque varios atacantes con coches bomba trataron de detener su avance, las tropas iraquíes, que se encontraban a 3 kilómetros (2 millas) de las afueras orientales de Mosul, se habían propuesto alcanzarlas a lo largo del día, indicó el general de brigada Haider Fadhil.
Otra unidad, la novena división, avanzó hacia Mosul y se encontraba a unos 4 kilómetros (3 millas) al este de Mosul, indicó el Ejército.
En un momento dado, un Humvee cargado de explosivos salió a gran velocidad en un intento de embestir al contingente iraquí, pero las tropas abrieron fuego contra el vehículo y detonaron la carga antes de que lograra su objetivo. Columnas de humo se alzaban desde las posiciones del grupo EI alcanzadas por la artillería y los ataques aéreos.
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La televisión estatal describió la operación como una "batalla de honor" para liberar la ciudad, tomada por el grupo EI en 2014 de manos de un contingente mayor pero desatendido de tropas iraquíes.
Algunos vecinos colgaron banderas blancas en edificios y las ventanas en un indicio de que no se resistirían a las tropas del gobierno, indicó el mayor Salam al-Obeidi, miembro de la operación de las fuerzas especiales en Bazwaya. Las tropas pidieron a los residentes que se mantuvieran dentro de casa mientras los soldados recorrían las calles, para protegerse de posibles atacantes suicidas.
Durante dos semanas, fuerzas iraquíes y sus aliados curdos, combatientes tribales suníes y milicias chiíes han ido acercándose a Mosul desde todas direcciones para expulsar a la milicia radical EI de la segunda ciudad más grande de Irak.
Se espera que la operación dure semanas o meses.
Desde el inicio de la ofensiva el 17 de octubre, las fuerzas iraquíes que avanzan hacia la ciudad han hecho avances dispares. Los progresos han sido más lentos en el sur, donde las fuerzas del gobierno siguen a 35 kilómetros (20 millas) de la ciudad.
El Ejército estadounidense estima que el grupo EI tiene de 3.000 a 5.000 combatientes en Mosul y otros 1.500-2.500 en el cinturón defensivo. La cifra total incluye en torno a mil combatientes extranjeros.
El domingo, miles de personas acudieron para alistarse a las milicias chiíes con respaldo iraní y autorizadas por Bagdad, y que tienen encomendado aislar a Mosul desde el oeste. En una serie de ataques de represalia, atacantes suicidas golpearon el domingo barrios de mayoría chií en Bagdad, matando al menos a 17 personas.
La bomba más devastadora, un coche bomba estacionado, golpeó un popular mercado de frutas y verduras cerca de una escuela en la zona noroeste de Hurriyah, matando al menos a 10 personas e hiriendo a 34. El grupo extremista emitió un comunicado el lunes reivindicando el ataque.
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