Kabul. Miles de delegados de todo Afganistán comenzaron este lunes en Kabul una loya jirga, gran asamblea que reúne durante cuatro días a políticos, religiosos, dirigentes comunitarios y otros miembros de la sociedad civil, en la ocasión para hablar de los esfuerzos de paz de Estados Unidos con los talibanes.
Más de 3.000 delegados fueron invitados a esta asamblea, calificada como la más multitudinaria de la historia contemporánea afgana, que se celebra en medio de un importante dispositivo de seguridad.
"Queremos precisar las grandes líneas de las negociaciones con los talibanes", declaró el presidente afgano, Ashraf Ghani, en el comienzo de la asamblea. "Queremos consejos claros de su parte", añadió.
Las loya jirga (gran asamblea en pastún), son convocadas periódicamente para alcanzar un consenso sobre los principales temas políticos.
En esta ocasión se celebra cuando Estados Unidos y los talibanes discuten la eventual retirada de las tropas estadounidenses, a cambio de un cese al fuego y otros compromisos por parte de los rebeldes.
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Pero las autoridades afganas, calificadas de "marionetas" de Washington por los insurgentes, fueron mantenidas al margen de los encuentros. Una nueva serie de conversaciones entre talibanes y representantes de Estados Unidos tendrá lugar en Catar en los próximos días.
El gobierno de Ashraf Ghani espera que la asamblea defina las condiciones de Kabul para un acuerdo, en particular que se mantenga la Constitución y la protección de los derechos de las mujeres, la prensa y la libertad de expresión.
Talibanes rechazan invitación
Pero el encuentro no cuenta con la unanimidad de su pueblo y sus dirigentes. Por ejemplo, el jefe del Estado Mayor afgano, Abdulá Abdulá; el exjefe militar Gulbuddin Hekmatyar y el exasesor de Seguridad Nacional, Mohamad Haneef Atmar, boicotearon este evento, afirmando que se organizó sin haberlo consultado previamente y que está siendo utilizado por el propio Ghani para hacer campaña de cara a las elecciones presidenciales programadas para setiembre.
Ghani invitó a los talibanes, pero estos se negaron a participar. En un mensaje la semana pasada advirtieron de que toda decisión que se tome en el encuentro nunca será “aceptada por los hijos reales y devotos de esta patria”.
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"Vengan a hablar en cualquier lugar del país, ¿por qué no quieren hablar con los afganos?", martilló el presidente, dirigiéndose a los insurgentes.
"Estamos dispuestos a hablar con ustedes sin condiciones previas", añadió.
Gran parte de Kabul se encuentra cercada desde este lunes. Se declaró feriado toda la semana para esta asamblea que debe durar cuatro días. Asimismo, el acceso a las colinas circundantes fue bloqueado por razones de seguridad.
En el 2011 los talibanes dispararon cohetes contra la carpa en la que se desarrollaba la loya jirga.
La última gran asamblea fue en el 2013. Los participantes aprobaron entonces un acuerdo de seguridad que permitía a las tropas estadounidenses permanecer en Afganistán luego de la retirada prevista del grueso de las fuerzas, en el 2014.