Bogotá. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió este martes a la principal disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que el futuro del cese al fuego dependerá de su regreso a la mesa de negociaciones, la cual fue suspendida por los guerrilleros durante el fin de semana anterior.
El Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, compuesto por rebeldes que se negaron a firmar el acuerdo de paz del 2016, anunció este domingo su decisión de suspender los diálogos debido a operaciones militares en sus zonas de influencia, aunque mantuvo la tregua acordada hasta el 15 de enero.
“El EMC resolvió no asistir a la mesa de negociación sin romper la tregua. Eso no es posible. El cese al fuego solo es posible si avanza la negociación”, escribió Petro en su cuenta de X (antes Twitter).
Es cierto que el pueblo del plateado en el cañon del Micay, Cauca, quiere a la fuerza pública y sustituir las economías ilícitas.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 7, 2023
Estos territorios como el Micay, eran controlados antes por las Farc. Con los acuerdos de paz, no pasaron a la construcción de un estado de derecho,… https://t.co/2a0lpIleW9
El gobierno y los disidentes establecieron una mesa de diálogos el 16 de octubre en Tibú, un municipio ubicado cerca de la frontera con Venezuela.
Durante el fin de semana, los rebeldes insistieron en que tropas del ejército entraron con fuerza en el Cañón del Micay, un territorio del suroeste del país que controlan desde hace años, y violaron las condiciones de las negociaciones.
Civiles retuvieron a unos 100 uniformados durante algunas horas. Las Fuerzas Militares denominaron esa acción como un “secuestro” y denunciaron que los pobladores están siendo instrumentalizados y amenazados por el EMC.
La suspensión de las negociaciones supone un nuevo obstáculo para la política de “paz total” del presidente Petro, que busca desarticular todos los grupos armados del país a través del diálogo.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), que también está en conversaciones desde noviembre del 2022, confesó la semana pasada que secuestró al padre del futbolista del Liverpool, Luis Díaz, en el departamento de La Guajira, al norte del país.
El padre del jugador debería ser liberado este martes, según anunció el gobierno.
A pesar del desarme de la mayoría de las FARC tras el acuerdo del 2016, el conflicto armado en Colombia persiste después de seis décadas de violencia, dejando 9,5 millones de víctimas.
El EMC se marginó del pacto y hasta 2022 tenía más de 3.500 combatientes, según la inteligencia militar.