Indefinido. El movimiento islamista Hamás pidió el domingo a los países mediadores “aplicar” el plan propuesto en mayo por el presidente estadounidense Joe Biden para alcanzar una tregua con Israel en Gaza “en lugar de realizar más negociaciones o presentar nuevas propuestas”.
Israel aceptó el viernes, después de diez meses de guerra, reanudar el 15 de agosto las conversaciones indirectas sobre una tregua y la liberación de los rehenes en manos de Hamás en Gaza, en respuesta a un llamado de los tres países mediadores: Estados Unidos, Egipto y Catar.
En su comunicado, Hamás “pide a los mediadores que presenten una hoja de ruta para implementar lo que se le propuso” en mayo y que el movimiento islamista “aceptó el 2 de julio de 2024″.
Ese plan, según el comunicado, está “basado en la visión de Biden y en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.
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Ese plan, que Biden atribuyó en ese momento a Israel, consta de tres fases orientadas a “un cese al fuego duradero y a la liberación de todos los rehenes”.
Hamás, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, afirma que los mediadores deben “forzar al ocupante (israelí) a aplicar (ese plan) en lugar de realizar más negociaciones o presentar nuevas propuestas que sirvan de cobertura a la agresión de la ‘ocupación’”.
¿Cuáles son las tres fases de la ‘hoja de ruta’ para poner fin a la guerra en Gaza?
Joe Biden, presentó el viernes 31 de agosto la propuesta de tres fases para poner fin a la guerra en Gaza. Estos son los puntos expuestos en ese momento:
Fase Uno
Biden dijo que la primera fase incluye un “alto el fuego total y completo” por seis semanas, con la retirada de las fuerzas israelíes de “todas las zonas pobladas de Gaza”.
Hamás liberaría a “varios” rehenes capturados en los ataques del 7 de octubre contra Israel. Entre ellos, mujeres, ancianos y heridos. También se devolverían los restos de algunos rehenes asesinados.
Los secuestrados estadounidenses en poder de Hamás también serían liberados. “Los queremos en casa”, agregó Biden. A cambio, cientos de prisioneros palestinos serían liberados.
A los civiles palestinos se les permitiría retornar a sus “hogares y vecindarios” a lo largo de Gaza, incluso en el norte de la Franja, devastada por meses de intensos bombardeos israelíes.
La ayuda humanitaria “aumentaría” a 600 camiones diarios. La comunidad internacional proveería cientos de miles de albergues temporales y unidades de vivienda.
Durante la fase inicial de seis semanas, Israel y Hamás “negociarían los arreglos necesarios para llegar a la fase dos, que es el fin permanente de las hostilidades”. El alto el fuego también se ampliaría si las negociaciones continúan.
Fase Dos
En la segunda fase, con una duración de otras seis semanas, las fuerzas israelíes harían un retiro total de Gaza.
Hamás liberaría a “todos los rehenes vivos restantes”, incluidos soldados israelíes varones. Este fue un punto de conflicto clave para el grupo islamista en el pasado.
Si ambas partes cumplen el acuerdo, conducirá al “cese de hostilidades permanente”, dijo Biden citando la propuesta israelí.
Fase Tres
El inicio de un extenso plan de reconstrucción y estabilización para Gaza podría estar en marcha, respaldado por Estados Unidos y la comunidad internacional.
Escuelas, hospitales, residencias y otras infraestructuras serían reconstruidas. Biden afirmó que trabajará con socios regionales para garantizar que esto se lleve a cabo de manera que “no permita el rearme de Hamás”.
Según un funcionario estadounidense, la fase de reconstrucción podría extenderse de tres a cinco años.
Los restos de los rehenes asesinados serían devueltos en la tercera fase.
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Hamás se apoyó en últimos bombardeos israelíes
El movimiento islamista cita el bombardeo israelí que el sábado mató a 93 palestinos, según la Defensa Civil de Gaza, entre ellos mujeres y niños, en una escuela que albergaba a desplazados. Este ataque provocó una ola de protestas internacionales.
El ejército israelí afirmó que ese establecimiento servía de base a Hamás y la Yihad Islámica (otro movimiento armado palestino) para “realizar ataques” contra sus soldados. Indicó que en esa operación mató a “al menos 19 terroristas”.
La guerra comenzó el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance basado en datos oficiales israelíes. Entre los muertos había más de 300 militares.
También tomaron 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza, aunque 39 de ellos habrían muerto, según el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza dejó hasta ahora 39.790 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que no detalla el número de civiles y combatientes muertos.