Caracas
El estómago vacío los alejó del chavismo. Seguidores del fallecido presidente Hugo Chávez votaron este domingo en el plebiscito opositor contra el mandatario Nicolás Maduro porque, aseguran, están pasando hambre y quieren otro gobierno.
En el barrio humilde de Catia, bastión del oficialismo en el oeste de Caracas -donde una mujer murió baleada durante la consulta-, cientos de personas aguantaban hasta tres horas bajo un fuerte sol para rechazar la Asamblea Constituyente que convocó Maduro.
"Necesito salir de este gobierno. Los apoyé, trabajo en una empresa del Estado, pero ahorita en mi casa no tengo leche para mi niña. Cada día comemos menos. Solo una vez a la semana puedo comprar carne", dijo Mayra, quien luego de votar se quedó en la principal avenida de Catia protestando junto a una multitud.
"Catia, presente, no quiere Constituyente", gritaban los manifestantes, que se echaban agua en la cara para aliviar el calor.
Una barrera de militares los separaba de cientos de oficialistas que a pocos metros participaron en un simulacro electoral para la Constituyente, organizado por las autoridades.
"Ellos también tienen derecho, pero que no se pongan a guarimbear (protestar violentamente)", declaró María Portillo, ama de casa de 61 años, quien participó en el ensayo del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Un motorizado les gritó: "Ustedes no ganan una elección. Yo era chavista, pero ya la plata no alcanza ni para comprar una tripa (neumático de la moto)".
La oposición convocó al plebiscito, sin aval del CNE, en medio de fuertes protestas que desde hace más de tres meses exigen la salida de Maduro y dejan 95 muertos.
Frankelvin, estudiante de derecho de 19 años, se paseaba por la fila de votantes con una bandera de Venezuela colgada como capa. Sonreía sorprendido.
"Nunca vi tanta gente en las calles de Catia. Aquí la oposición no podía hacer nada. Y no nos da miedo que ellos (los chavistas) estén ahí. ¿Qué más miedo? A cada rato nos roban, a mí me han robado tres veces este mes", afirmó.
Cada vez que un camión de la Guardia Nacional (militarizada) o de la Policía pasaba por la zona, los opositores los insultaban.
A media tarde, la Fiscalía confirmó que una mujer murió y tres personas resultaron heridas en un tiroteo de personas armadas en moto contra opositores que votaban el plebiscito.
En La Candelaria (centro de la ciudad) otra antigua fortaleza chavista, la fila de opositores abarcaba varias manzanas.
Desesperación por hambre. "Estoy aquí porque anoche no cené. Yo solo almuerzo, mijo, el dinero no alcanza. Y soy chavista, soy barrendero en la Marina (componente de la Fuerza Armada) y no me importa que me boten (despidan). Maduro se tiene que ir", declaró Inocente Vivas, de 63 años.
Francelis Peche afirmó que el de Chávez "fue un buen gobierno, pero ahora todos estamos pasando hambre, mucha gente come de la basura".
Solo unos pocos chavistas muy reconocidos, ahora disidentes, participaron en la consulta . Entre ellos estaba el diputado Germán Ferrer, esposo de la fiscala general, Luisa Ortega, veterana chavista que rompió con Maduro.
"La demostración que estamos viendo es contundente. El pueblo tiene una necesidad de cambio. El presidente debería tomarlo en cuenta. Seguir con la Constituyente sería desastroso, va a profundizar los problemas", dijo Ferrer a periodistas.
Su compañero de bancada, Eustoquio Contreras, también votó, aseveró Ferrer.
La fiscala no participó, pero cuando llegó a su despacho en el centro de Caracas saludó a decenas de personas que lo hacían y le aplaudieron.
Ortega, férrea adversaria de Maduro, se opone a la Constituyente. Actualmente, enfrenta un proceso en el Tribunal Supremo que puede desembocar en su destitución.
Ferrer aclaró que solo apoyó una de las tres preguntas, la que rechaza la Constituyente. Dejó en blanco la que pide a la Fuerza Armada hacer respetar la Constitución y la que insta al Parlamento, de mayoría opositora, a renovar los poderes del Estado.